Tras 8 años sin la tuición de sus hijas, la jueza Karen Atala declaró ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, donde fue acusado el Estado de Chile por haberla discriminado por su orientación sexual.

Sólo una vez al mes desde el año 2004 ve a sus tres hijas de 17, 13 y 11 años, la jueza del Décimo Cuarto Juzgado de Garantía de la comuna de La Florida, Karen Atala, a quien la Corte Suprema le quitó la tuición de sus hijas.

El argumento judicial fue que ella estaba superponiendo su interés personal por sobre el de las niñas, al vivir con su pareja homosexual, basándose en la declaración de la asesora del hogar y sin escuchar a las menores.

Es por ello que Karen Atala decidió acudir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, donde declaró en contra del Estado chileno, porque a su juicio se le discriminó por ser lesbiana, a pesar de que un sicólogo evaluó a sus hijas y no detectó un problema.

Su vocera, Kena Lorenzini, destacó que se llegó a esta instancia porque Chile hizo caso omiso a las recomendaciones que hizo la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, tras conocer este caso.

En esa misma linea, su abogada Helena Olea aseguró que pese a la advertencia internacional, el país no adoptó una legislación, política pública, programa, ni directiva para erradicar la discriminación por orientación sexual.

Este miércoles se realizarán los alegatos de la defensa de Atala, del Estado de Chile y sus respectivas réplica y dúplica. Finaliza esta etapa con la presentación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Una vez concluido el juicio oral, las partes pueden entregar antecedentes escritos, para que a más tardar durante el mes de febrero del próximo año, la Corte emita un fallo.