Con la presencia del Arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, se realizó la misa fúnebre del sacerdote Ricardo Allendes, quien se suicidó luego de una denuncia de abuso sexual en su contra. La familia exigió al denunciante “dar la cara” y que entregue los antecedentes del caso.

Más de 200 personas agitando pañuelos blancos y exigiendo justicia despidieron al sacerdote Ricardo Allendes, de la Parroquia Santa Clara de la comuna de La Cisterna. El pasado sábado el cura se quitó la vida luego de una denuncia de abuso sexual en su contra.

La misa fúnebre fue encabezada por el Arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, quien estuvo acompañado por el cardenal Francisco Javier Errázuriz, los obispos auxiliares Cristián Contreras y Andrés Arteaga, además de un centenar de sacerdotes y seminaristas.

Durante la homilía Ezzati señaló que el camino que tomó Ricardo Allendes, desde la conciencia cristiana hace sentir el rechazo, “un gesto que no sabemos cómo juzgar” pero que en definitiva “sólo corresponde juzgar a Dios”.

Además, Ricardo Ezzati agregó que quienes siguen el camino del sacerdocio no están libres de los peligros y situaciones difíciles.

Concluida la misa, el hermano del fallecido religioso, Carlos Allendes, pidió al supuesto denunciante que dé a conocer su versión de los hechos.

En tanto, mientras el cuerpo de Ricardo Allendes era sacado de la iglesia un hombre que se identificó como Patricio Urra, familiar del sacerdote, culpó a la Iglesia por el suicidio del párroco de La Cisterna.

Algunos feligreses defendieron la imagen de Allendes y denunciaron una persecución contra la iglesia.

Ricardo Allendes fue sepultado en el Cementerio Católico de Recoleta.