El sismo y el tsunami que devastaron el noreste de Japón el 11 de marzo pasado provocaron 8.133 muertos y 12.272 desaparecidos, según el último balance ofrecido el domingo por la policía.

Este balance es aún provisional. “Vamos necesitar lugares para guardar más de 15.000 cuerpos”, declaró el jefe de la policía de la prefectura de Miyagi, una de las más afectadas por la catástrofe, citado por la agencia Jiji.

El sismo del 11 de marzo, de una magnitud de 9, ha sido el más potente registrado nunca en Japón y fue seguido de un tsunami particularmente letal, por lo que los socorristas han hallado muy pocos sobrevivientes.

Esta doble catástrofe natural es la más mortífera ocurrida en Japón después del sismo ocurrido, en 1923, en la región de Kanto, que rodea a Tokio, el que dejó 142.000 muertos.

El sismo y el tsunami provocaron por otro lado un grave accidente en la central nuclear de Fukushima (noreste), que ahora hace pesar la amenaza de una contaminación radioactiva a gran escala en el archipiélago.