El ministro en visita que aún tramita el caso del secuestro de Cristián Edwards, Mario Carroza, defendió su decisión para rebajar la condena al frentista Mauricio Hernández Norambuena.

El juez dejó la pena de presidio perpetuo en 25 años de cárcel por este secuestro ocurrido entre 1991 y 1992, y que finalizó gracias al pago de un millón de dólares de rescate.

Aunque el beneficio aún no está ejecutoriado, ya que el Ministerio del Interior del gobierno de Michelle Bachelet apeló a esta decisión, permite cumplir con la exigencia de Brasil para su extradición.

Norambuena cumple en Sao Paulo una condena de 30 años por el secuestro del empresario Washington Olivetto y las autoridades brasileras pusieron como condición que la pena en Chile sea similar o inferior para analizar su extradición.

El ministro Carroza explicó que le aplicó este beneficio debido a una atenuante: el haber liberado a Edwards con vida tras el pago del rescate.

La pena, que está siendo revisada por la Corte de Apelaciones de Santiago, se dividió en 15 años por el plagio y 10 años por la asociación ilícita.

La vocera de Gobierno, Ena Von Baer, recordó que aún se ve difícil que Brasil acepte la extradición por el resto de las condenas que enfrenta el frentista.

Conocido también como comandante Ramiro, Hernández planeó y participó en el crimen del senador de la UDI Jaime Guzmán, donde recibió presidio perpetuo, y actuó como fusilero en el atentado al general Augusto Pinochet ocurrido en el cajón del Maipo.