Uno de los componentes fundamentales en toda relación amorosa es, sin duda, el sentido de intimidad.

Y es que en una pareja se puede malinterpretar la intimidad como un concepto netamente relacionado al contexto sexual, no obstante, también implica otros aspectos tales como la confianza, la complicidad o el hecho de conocer bien lo que la otra persona quiere.

Precisamente, considerando la complejidad de este término es que muchos expertos han decidido estudiar a fondo la intimidad, de modo de comprender sus alcances y la forma en que impacta en toda relación amorosa.

A continuación, te contamos un poco más sobre la intimidad y las preguntas que debieran hacerse con tu pareja en este sentido para fortalecer su vínculo.

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¿A qué nos referimos cuando hablamos de intimidad?

De acuerdo al psicólogo Robert Sternberg, quien en 1986 publicó su Teoría Triangular del Amor, las relaciones suelen basarse en tres elementos fundamentales: pasión, compromiso e intimidad .

A juicio del experto, esta última dice relación con aquellos sentimientos dentro de una relación que promueven el acercamiento, el vínculo, la conexión y principalmente la autorrevelación.

Dicho de otra forma, es el afecto hacia otra persona que surge de los sentimientos de cercanía, vínculo afectivo y relación, e implica el deseo de dar, recibir, compartir, etc.

En palabras del gabinete de psicología PsicoSalud, la intimidad también se relaciona con la sensación de pertenencia, entendida como el sentirse comprendido y comprender, de sentirse apoyado y apoyar, de compartir (tiempo, actividades, familia, etc). Por tanto, favorece el acercamiento, el vínculo y la conexión.

Pero además, este concepto requiere de confianza y conocimiento mutuo. “De ahí surgen esas ganas de querer hacer feliz a la otra persona, formar parte de su bienestar y de querer compartirlo todo. Se basa en el respeto, ayuda mutua y la valoración de la persona amada. Además actúa como apoyo emocional”, agregaron.

Los expertos también señalaron que la intimidad implica una sensación de apoyo incondicional. “Saber que esa persona que tanto queremos estará a nuestro lado en cualquier momento nos genera bienestar y, por tanto, se convierte en uno de los pilares fundamentales en una relación sentimental”, concluyeron.

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El problema de la intimidad

Pese a lo señalado, la intimidad suele representar un problema para muchas parejas, sobre todo, cuando se malinterpretan los motivos y deseos del otro.

Y es que cada persona define la intimidad de manera diferente, y las suposiciones incorrectas entre las parejas son comunes, afirmó la psicóloga y colaboradora de la web especializada Psychology Today, Randi Gunther.

“Si las parejas íntimas continúan malinterpretando las señales del otro, cualquiera puede comenzar a desconfiar del compromiso del otro con la relación. Confundidos por lo que el otro quiere, pueden caer en la trampa de esperar demasiado tiempo para que el otro regrese o desconectarse demasiado pronto para evitar la vergüenza del rechazo”, explicó.

A ello, Gunther agregó que esos pasos en falso pueden llevar a las parejas a ver la solicitud de intimidad como algo que debe evitarse, y la cercanía puede comenzar a sentirse como una trampa. “O la necesidad de independencia se experimenta como una falta de interés. Al sentirse inseguros de dónde se encuentra cada uno, las parejas pueden perder la confianza en la disponibilidad o los motivos del otro. Ambos pueden terminar confundidos y desconfiados de las maniobras de tira y afloja que podrían haberse evitado fácilmente”, concluyó.

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¿Cómo abordar, entonces, la intimidad?

En palabras de la psicóloga, una pareja que quiere recuperar una conexión íntima auténtica debe entender las formas en que cada uno percibe la intimidad de manera diferente: física, emocional, mental y espiritual.

“No solo a menudo se sienten y se llevan a cabo de manera diferente en la mayoría de las personas, sino que también se experimentan en diferentes proporciones y con diferente énfasis“, comentó.

A ello, añadió que “Para que las parejas tengan una verdadera sanación y esperanza, ambos deben aprender cómo y cuándo las experimenta el otro”.

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Los tipos de intimidad

En palabras de Gunther, los cuatro tipos de intimidad son los siguientes:

. Intimidad Física: “Las personas que prefieren inicialmente conectarse físicamente se sienten deseadas cuando sus parejas dan y reciben el tacto que despierta sus sentidos”.

. Intimidad Emocional: “El intercambio abierto de estados emocionales es para muchos la base más importante para la confianza y la comodidad, y debe preceder a cualquier otra conexión íntima”.

. Intimidad Mental: “Cuando las parejas pueden compartir sus pensamientos, sentimientos y motivaciones más íntimas, pueden crear la fusión de mentes que hace que las personas sientan que viven en la mente del otro. Cuando sienten que sus ideas y opiniones realmente le importan al otro, comparten automáticamente de manera más abierta y vulnerable”.

. Intimidad Espiritual: “La espiritualidad para la mayoría es sentirse parte de algo más grande que uno mismo que te hace humilde y enriquece el espíritu. Las parejas que sienten que hacen esto juntos sienten una solidaridad y cercanía que no pueden lograr de otra manera”.

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Las 4 preguntas cruciales sobre intimidad

En este contexto, Gunther recomendó a las parejas hacerse una serie de preguntas para interpretar mejor y responder con mayor precisión a lo que desean sus parejas y crear comunicaciones más claras.

“Cuanto más extensas y completas sean sus respuestas, más podrán tomar decisiones sobre su disponibilidad para cumplirlas. Es crucial que quien escucha no invalide o cuestione las respuestas; pueden ser profundamente personales y vulnerables y deben ser respetadas”, explicó la experta.

A continuación, te dejamos con las preguntas:

1. Físico: ¿Cómo y cuándo te gusta que te toque?

2. Mental: ¿De qué podemos hablar que sea interesante y satisfactorio para ti?

3. Emocional: ¿Cómo puedo hacer que te sientas seguro para hablar abiertamente sobre tus sentimientos?

4. Espiritual: ¿Qué cosa da sentido a tu vida que te gustaría compartir conmigo?

Finalmente, Gunther explicó que “Cuando ambas partes entienden los pensamientos y sentimientos del otro, y la manera en que se comunican en interacciones íntimas, es más probable que respondan con precisión a las necesidades y solicitudes del otro. Los viejos patrones de incomprensión y frustración darán paso a un nuevo tipo de cercanía”.