Una fuerte experiencia vivieron Rebecca Tafaro y su marido, David Boyer, hace algunos meses, que dejó una gran enseñanza a muchas familias.
Tal como cuenta la mujer en Facebook, la pareja recién casada que vive en Mendham (Estados Unidos) se había convertido en padres hace poco tiempo y Rebecca, que es enfermera, disfrutaba de su primer día libre desde que dio a luz.
Es así como David se hizo cargo totalmente de su bebé y lo llevó a dar un paseo en auto. Sin embargo, luego de recibir una foto del viaje, la madre no quedó tan tranquila al ver que su esposo llevaba al bebé mal colocado en la silla de seguridad.
“Le pedí que corrigiera la posición de William (bebé) en el asiento de seguridad. Las correas estaban muy sueltas y el soporte del pecho estaba demasiado bajo”, recordó, tal como muestra una captura del mensaje.
A pesar que el marido se rió de lo “exagerada” que sonaba la petición de Rebecca, decidió ajustar el asiento. 15 minutos después, David fue víctima de un accidente de tránsito.
“Mi teléfono sonó y mi esposo me dijo: ‘cariño, tuvimos un accidente en el auto. Estamos bien, pero el auto quedó destrozado”, recordó. Tal como describe, una mujer intentó realizar una arriesgada e impertinente maniobra con su auto y chocó con el vehículo donde iba David y William.
Con el accidente, el hombre se fracturó su pie derecho en tres partes… pero el bebé salió totalmente ileso. “Mi bebé estaba tan bien atado a su asiento que ni siquiera se despertó”, aseguró y señaló que esto fue gracias a que iba perfectamente amarrado a la silla de seguridad para bebés.
“Estoy tan agradecida de que mi esposo usara un minuto de su vida en acomodar a William en su asiento. Ni siquiera quiero imaginar lo distinto que hubiese sido esta historia sin eso”, escribió.
“De verdad creo que la razón por la que mi familia está en casa sentada en el sofá con un par de muletas en lugar de estar internada en un hospital es por mi irritante voz de mamá sobreprotectora”, añadió.
Tras el accidente, la mujer optó por seguir las recomendaciones de la Administración Nacional de seguridad vial de Estados Unidos y deshacerse el asiento que salvó a su hijo. Lo anterior, porque podría haber quedado dañado con el impacto. Obviamente compró otro igual.
