“Si pudieras comer cualquier cosa antes de morir, ¿qué sería?”, esta fue la pregunta que plantearon los miembros del servicio de ambulancias de Queensland en Australia al contar la historia de un hombre moribundo que debieron atender.

Se trataba de Ron McCartney, de 72 años, quien fue llevado al sector de Urgencias del hospital de Gold Coast para recibir cuidados paliativos, pues su estado de salud ya estaba muy deteriorado debido a un cáncer de páncreas.

Según contó su esposa Sharon a los paramédicos de la ambulancia, el hombre apenas había comido en los últimos días, por lo que los funcionarios decidieron darle una pequeña alegría.

Fue así como Ron respondió que deseaba un helado de crema con salsa de caramelo, conocido como “Sundae”.

Ante esto, las paramédicas Kate y Hanna corrieron al local más cercano para cumplir la petición del hombre. El hombre murió sólo días después de disfrutar ese momento.

La paǵina de Facebook oficial del servicio de ambulancias decidió compartir la historia que rápidamente se convirtió en viral.

“Si pudieras comer cualquier cosa, ¿cuál sería?

Hemos estado apesumbrados y teñidos de tristeza después de recibir un mensaje de gratitud que subraya un aspecto que no suele ser visto en la atención al paciente: la preocupación.

La semana pasada, la residente de Gold Coast Sharon llamó a una ambulancia para el viaje final de su esposo Ron al hospital para recibir cuidados paliativos. Las paramédicas Kate y Hanna respondieron y durante sus observaciones iniciales de Ron, Sharon mencionó que apenas había comido en dos días. Los oficiales le preguntaron a Ron si pudiera comer cualquier cosa… ¿qué sería? A lo que Ron respondió, un helado de caramelo Sundae.

Un reciente mensaje de Sharon enfatizó el disfrute que Ron tuvo con una acción tan simple y agradeció a los paramédicos por el rápido y alto nivel de preocupación y compasión que le mostraron, tanto en esta ocasión como en sus interacciones previas en los últimos meses también”, indicaron.

 

La publicación del servicio de ambulancia ha sido compartida más de 2 mil veces y recibido 19 mil reacciones.

La hija del paciente, Danielle dijo que su familia estaba muy agradecida por la amabilidad y la calidad de la atención brindada a su padre.

“Papá disfrutó tanto y fue lo último que pudo comer solo. Mamá y yo no podemos agradecer lo suficiente al servicio de ambulancias por toda la ayuda y compasión que nos han brindado”, dijo la mujer en Facebook.

Un pequeño gesto que hace recuperar la fe en la humanidad.