Al igual que el estado físico, si queremos mejorar nuestra memoria, es necesario ejercitarla todos los días. Así lo plantea el japonés Yoshihiro Ikeda, autor del libro “El método Ikeda”.

El campeón de memoria del país asiático y reconocido mundialmente, planteó una técnica para activar la mente.

En este contexto, el autor enfatiza en que “los sentimientos son muy importantes para la memoria”, según consigna el sitio español ABC.

Por este motivo, el japonés explica que su método consisten en provocar ciertos sentimientos, que mejoren la capacidad para memorizar y retener información.

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La diversión y la memoria

Basándose en la idea de que los niños suelen tener mejor memoria, ya que la mayoría de las cosas los atraen y conmueven, el autor argumenta que “las emociones tienen un gran impacto en el cerebro, por lo que nos es más fácil recordarlo”, explica Ikeda.

De este modo, nos resulta complicado recordar información sobre temas que no nos producen interés. Es así como la “diversión” juega un rol fundamental cuando predisponemos nuestra mente a memorizar algo.

No obstante, es complicado comparar la motivación de los niños con la de los adultos. En este caso, la clave es la sensación que nos produce descubrir algo nuevo. “Esa famosa bombilla de los cómics cuando alguien tiene una idea”, ejemplifica.

“La inspiración que nos provoca entender o descubrir algo, tiene un gran impacto en el cerebro y hace que la información se nos quede grabada“, añade en su libro.

El objetivo del “método Ikeda” es enseñar y practicar cómo memorizar de forma natural, tal y como lo hacíamos cuando éramos menores.

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Activar la inspiración

Para lograr este objetivo, el autor detalla que existen cinco “sensores” que activan nuestra inspiración:

1. El “sensor de detección”: con el cual el cerebro recuerda el placer de descubrir algo nuevo, al igual que lo hacen los niños.

2. El “sensor de clasificación”: con el cual el cerebro comprime toda la información que tiene elementos similares. Así reduce espacio y aumenta la capacidad de memoria.

3. El “sensor de cotejo”: se activa cuando el cerebro utiliza información que ya conoce, para poder retener mejor los nuevos recuerdos.

4. El “sensor de imagen”: la famosa frase “una imagen vale más que mil palabras” cobra sentido en este plano. Es decir, nos sustentamos de una ayuda visual para recordar.

5. El “sensor de relación”: para activarlo, Ikeda propone ejercicios que combinan imágenes, números y palabras, donde deberás inventar historias o formulas para luego recordar y conectar todos los factores.

“Todo el mundo tiene buena memoria, pero en muchos casos no somos capaces de emplear la capacidad total del cerebro, porque no sabemos hacerlo”, destaca el autor finalmente.