De seguro en más de alguna ocasión has notado que frutas como las uvas o frutillas, se echan a perder más rápido de lo común. Esto te obliga a consumirlas en grande cantidades antes de que maduren.

Tal vez hayas pensado que se debe a que no son de buena calidad. Pero lo más probable, es que ese efecto haya sido provocado por las otras frutas que las acompañaban en el recipiente.

Si bien lo ideal sería que las frutas se recolectaran en su momento de maduración, para que conservaran sus propiedades organolépticas (olor sabor y textura) y nutricionales, lo cierto es que muchas de ellas completan el proceso en las cámaras o en los frigoríficos.

Eso se deba a la acción del gas etileno, responsable de los procesos de estrés en las plantas, el cual influye en su crecimiento, maduración y envejecimiento, explica Luis Riera, director de la consultora española de seguridad alimentaria SAIA, al diario electrónico ABC.

Climatéricas y no climatéricas

De ese modo, existen las frutas y verduras “climatéricas”, es decir, las que siguen madurando después de la cosecha, aumentando así su producción de etileno. En esta clasificación se encuentran frutas como el plátano, la palta, ciruelas, kiwi, tomate, mango, papaya, manzanas, peras, melones, entre otros.

Asimismo, existen las “no climatéricas”. Se trata de aquellas frutas y verduras que tras ser recolectadas dejan de madurar. Aquí se incluyen las naranjas, moras, frutillas, cerezas, arándanos, pomelo, uvas, mandarinas, limones, piña, entre otros.

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Las frutas más “sensibles”, en este caso las “no climatéricas”, no sufrirán grandes cambios una vez que hayan sido recolectadas. No obstante, si se conservan en el mismo frutero con las “climatéricas”, es decir con las que producen etileno, se acelerará su proceso de maduración y “puede provocar que se estropeen más rápido”, asegura Jessica Hierro, diestista-nutricionista.

Cabe señalar que la manzana y el plátano son las que producen mayor cantidad de etileno, por eso se recomienda mantenerlas lejos de otras frutas. La palta, el melón, el albaricoque y las ciruelas, son otras que debes guardar por separado.

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Frutas que no deberías mezclar

Al tener en cuenta esos factores, es primordial que no juntes todas las frutas en un mismo lugar. El diario electrónico La Vanguardia elaboró una lista de aquellas que no deberías mezclar, y te las mostramos a continuación:

Manzanas: como se mencionaba anteriormente, deben permanecer alejadas de cualquier otra fruta. La cantidad de etileno que emiten dependerá del tiempo transcurrido desde su recolección. Cabe señalar que pueden conservarse unas tres semanas fuera del refrigerador, entre 4 y 6 dentro y 8 meses congeladas.

Peras: a temperatura ambiente esas frutas sueltan más etileno que en frío. Se recomienda guardarlas en el refrigerador, donde pueden durar entre 3 y 5 días.

Plátano: desprenden el etileno a través del rabo, por lo que es mejor conservarlos envueltos en papel film. Cabe señalar que como el gas aparece de forma rápida, no es conveniente que entren en contacto con el dióxido de carbono, ya que aumenta su producción.

Melón: los que son pequeños y de piel más clara, son los mayores productores de etileno. Cuando están enteros no lo emiten, pero el proceso se acelera cuando están cortados. Estas frutas pueden mantenerse sin abrir hasta dos semanas en el refrigerador.