Con la presencia del Covid-19 en nuestro país, es primordial tomar todas las medidas de higiene para evitar el contagio. Una de ellas, es el lavado de frutas y verduras que compramos en ferias libres.

Si bien no se han detectado casos de transmisión de la enfermedad por esta vía, existe la probabilidad de que vendedores o compradores contagiados, puedan dejar el virus en los alimentos al manipularlos.

Juan Aguirre, académico del Departamento de Agroindustria y Enología de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Chile, señala que lo mejor para evitar el contacto con el virus que podría estar sobre la fruta, es lavarla con alguna solución y por unidad.

Cabe señalar que la limpieza debe realizarse inmediatamente después de comprarlas. Además, quien las ha manipulado, no debe tocarse la cara y procurar lavarse muy bien las manos al terminar la operación.

“Para desinfectar los alimentos con cloro, que es el producto más común en los hogares, debemos diluir 5 ml por litro de agua, dejar las frutas y verduras crudas remojando por 5 minutos y luego enjuagar con abundante agua“, explica el especialista.

Asimismo, destaca que este es el procedimiento que ha demostrado tener mejor efecto y menor complicación para la salud. Además, conserva la calidad de los alimentos.

Sin embargo, advierte que “jamás debemos mezclar compuestos ni usarlos con agua caliente. Hay que tener precaución extrema con la manipulación de cloro concentrado común de casa”.

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Por otra parte, el experto señala que frutas y verduras también pueden cocerse, aunque perderían parte de sus propiedades por efecto del calor.

“Se pueden cocer por 15 minutos a 56 grados Celsius para reducir la carga vírica, es la temperatura indicada por la OMS (Organización Mundial de la Salud) para inactivar el virus. En el peor de los casos, siempre será mejor perder un poco de nutrientes que enfermarse por este virus”, agregó Aguirre.

Diferentes métodos para cada fruta y verdura

Juan Revenga, dietista-nutricionista, detalló al sitio El País, que no es lo mismo limpiar un brócoli que una papa. Para evitar que se dañen, existen diferentes métodos para cada uno de los alimentos.

Vegetales de hoja: en el caso de lechugas, espinas o acelgas, debes lavar separadamente y de forma individual cada hojas, y enjuagarlas bajo el chorro de agua.

Asimismo, desecha las hojas exteriores si están feas u oxidadas. Finalmente sécalas con papel de cocina o usa un centrifugador de verduras para eliminar el exceso de humedad.

Vegetales con ‘recovecos’ y frágiles (coliflor y brócoli): sumérjelos en agua durante uno o dos minutos, enjuáguelos bajo el chorro de agua corriente y sécalos.

Frutas y verduras de consistencia firme (manzanas, peras, pepinos): tras sumjerjilos en la solución, enjuágalos directamente bajo el agua, frótalos con un cepillo suave si fuera necesario y sécalos.

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Melones y sandías: si bien está claro que no nos vamos a comer la piel, debemos considerar que estos alimentos crecen en contacto con la tierra, por lo cual conviene lavarlos con agua y frotar su superficie antes de abrirlos.

A la hora comerlos, debes utilizar un cuchillo para cortar las tajadas y otro diferente para separar la pulpa de la piel.

Setas (champiñones): límpielas con un cepillo suave o papel de cocina húmedo. En algunos casos puede ser una tarea tediosa pero efectiva.