El senado de Holanda aprobó una nueva ley de donación de órganos, con la cual, a partir de ahora, todos los mayores de 18 años pasarán automáticamente a ser donantes.

De esta manera, los datos de estas personas serán parte de un registro oficial, y quienes no quieran ser donantes, tendrán que dejar una constancia escrita.

Según recoge el periódico español El País, esta nueva legislación hará que todos los adultos reciban dos cartas en la que se les consultará sobre si querrán ser donantes o no.

Si la persona no responde de forma positiva ni tampoco negativa, en su carnet de donante aparecerá un “no se opone”.

En este último caso, sus familiares tendrán la última palabra respecto a la decisión de donar los órganos del individuo.

Oles kanebckuu (CC0) Pexels
Oles kanebckuu (CC0) Pexels

No obstante, si para los parientes del fallecido la donación supone un “trauma insuperable”, podrían oponerse a la medida, a pesar que la persona haya dado su autorización para ser donante, de acuerdo al diario El Mundo.

Este es el punto cúlmine de una compleja y encendida discusión que se ha mantenido en los últimos años en el país europeo. De hecho, la ley fue aprobada con 38 votos a favor y 36 en contra.

Mientras que los liberales de izquierda, quienes presentaron el proyecto, lo calificaron como vital para hacer frente a la falta de órganos disponibles para los trasplantes, sus opositores -como el líder de derecha Geert Wilders- han sostenido que el “cuerpo de los holandeses no es propiedad del Estado, es suyo”, y que “no tomar una decisión ya es una forma de decidir”.

Pia Dijkstra, diputada liberal impulsora de esta ley, la calificó como “indispensable para los enfermos que aguardan una donación”.

“Ahora necesitamos una buena campaña informativa, porque la gente puede cambiar de opinión y debe saber cómo se articulará la ley”, afirmó.

Situación chilena

En Chile, la ley N° 20.413 establece que “toda persona mayor de dieciocho años será considerada, por el solo ministerio de la ley, donante de sus órganos una vez fallecida, a menos que en vida haya manifestado su voluntad de no serlo en alguna de las formas establecidas…”.

Sin embargo, la legislación chilena establece que si la familia se opone a la donación, y aún cuando el fallecido haya manifestado su voluntad de ser donante en vida, se respeta la decisión de los deudos.

Es por esto que es sumamente importante conversar con la familia sobre el tema, debido a que en muchos casos el desconocimiento o la duda inducen la negativa de la familia.

Cabe señalar que en 2017 la tasa de donantes de órganos en Chile subió a 10 por cada millón de habitantes, cifra que si bien fue valorada positivamente por el Ministerio de Salud, fue motivo también para triplicar esa meta.

Durante el año pasado se hicieron 457 procuraciones, lo que representó un aumento de 120 respecto a lo logrado en toda la década. Se trata de cifras históricas, si consideramos que hace dos años la tasa no superaba los seis por cada millón de habitantes.