El próximo año estará marcado por un número que invita a mantener los equilibrios, además de poseer una importante fuerza kármica ¿Todo se devolverá?

La Numerología es un conjunto de creencias que cada año gana más adeptos en el mundo, incluso hacia 2024. Esta utiliza los números para explicar las relaciones entre humanos, las fuerzas físicas y espirituales.

Es por aquello que ya muchas personas están buscando cuáles podrían ser sus números para el próximo año, marcado por el Dragón de Madera en el Horóscopo Chino.

En este sentido, según la numerología cada periodo de 12 meses está regido por un número específico, el cual regirá sus vibraciones y frecuencias.

La numeróloga argentina Julieta Rutenberg detalló al medio argentino Clarín que 2024 estará regido por el número ocho, lo que en concreto representará una serie de “desafíos y etapas que requerirán tiempo para ser resueltas”.

Este también recibe el nombre de “El prodigio”, ya que está guiado por una frecuencia 26/8 (2 + 6 = 8), la cual fue decodificada por los egipcios, explicó.

“2024 puede verse como un año introspectivo y analítico, que también nos invita a salir al mundo y activar nuestra autoconfianza, recuperando nuestro poder interior”, expone.

Asimismo, sostiene Rutenberg, se puede relacionar a un año marcado por una gran frecuencia kármica, en variados aspectos.

“Al número 8 se lo comprende como una frecuencia kármica, por lo que veremos reflejados nuestros actos pasados, y asimismo, en el presente se sembrarán las futuras cosechas”, detalló.

“Es un momento que nos invita a la búsqueda del equilibrio entre las potencialidades creativas y los impulsos negativos”, agregó.

Más allá de lo anterior, la numeróloga también invitó a buscar el lado más positivo de lo que puede ser el 8.

“Este anual nos puede acompañar a conseguir el éxito material y la firmeza de planteamientos. El 8 es el infinito universal, dando nuevas oportunidades”, concluyó.

La historia de la numerología hasta 2024

Los orígenes de esta práctica se remontan al período entre el 569 y 475 AC, luego que el filósofo griego Pitágoras se dedicara al estudio de la metafísica de los números. Él creía que cada uno de estos números podía reducirse a un dígito entre el uno y el nueve, los cuales estarían relacionados a vibraciones mágicas y espirituales del ser.

Otras prácticas como la Kabbalah, un libro de textos que explica el misticismo y pensamiento judíos, también reforzó este concepto al utilizar las 22 letras del alfabeto hebreo para encontrar el significado numerológico de un nombre. Cada letra está alineada con un número, y luego todos estos números se suman, indican.

Además, esta técnica fue utilizada en principio por los filósofos kabalísticos como una forma de esconder el texto de la Kabbalah de los no creyentes. Con el tiempo, empezó a utilizarse como una manera de encontrar nuestra misión y nuestro rol en la vida, a partir de nuestro nombre.

Cabe señalar, que la numerología fue introducida en el mundo moderno por L. Dow Balliett, una influyente espiritualista de principios del siglo XX que escribió varios libros sobre el tema. Una de sus estudiantes, la dra. Juno Jordan, es reconocida por haber hecho que las personas conocieran el método de un único número que se emplea hoy en numerología.