Un hombre de 66 años se niega a dejar su casa en Escocia, debido al bajo precio que le ofrecen por ella, y además asegura que está "demasiado viejo para conseguir una hipoteca". Lo cierto, es que todos sus vecinos ya se mudaron del vecindario, por la remodelación que le harán, por lo que se encuentra en un verdadero pueblo fantasma.

Un hombre de 66 años aseguró sentirse solo, luego de ser el único habitante de la “calle más solitaria” de Gran Bretaña, ya que todos sus vecinos vendieran sus casas y departamentos.

Se trata de Nick Wisniewski, que vive en la ciudad de Stanhope Place, en Wishaw, Escocia, y que aseguró que no quiere aceptar el precio que le ofrecen por su vivienda, por no estar en edad de conseguir otra hipoteca.

El único habitante de la “calle más solitaria” de Gran Bretaña

Nick compró su casa hace más de 6 años, gracias a un esquema llamado “Derecho a comprar”, según The Sun, una iniciativa de la época de Margaret Thatcher para ayudar a los inquilinos a comprar sus casas a un precio reducido.

Ahora, el ayuntamiento de North Lanarkshire busca remodelar la zona, por lo que todos los demás propietarios o inquilinos ya se mudaron del lugar.

Según explicó, le ofrecieron £35,000 (casi 38 millones de pesos) por la propiedad, más un arriendo gratis por 2 años, lo que él considera muy bajo.

“Estoy muy viejo para conseguir una hipoteca”, dijo al Daily Record durante la semana anterior. “Me han ofrecido 35.000 libras esterlinas, pero comprar otro me costaría entre 80.000 ($86 millones) y 100.000 libras esterlinas ($107 millones) ahora”, aclaró.

Vive en un verdadero pueblo fantasma

Nick Wisniewski, el único habitante de la “calle más solitaria” de Gran Bretaña, también afirmó estar preocupado por el vecindario, que quedó completamente abandonado.

Así consta en las fotografías de los medios ingleses, que muestran las ventanas de los demás departamentos tapiadas y el pasto bastante crecido.

Pueblo fantasma
Katielee Arrowsmith | SWNS
Pueblo fantasma en Escocia
The Sun

Según Wisniewski, pidió al ayuntamiento que se preocuparan del aseo del lugar hace dos meses, pero aún no ha tenido ninguna respuesta y que a las autoridades “no les importa”.

“No hay seguridad y la gente podría entrar en los pisos vacíos. Hay muchas ventanas rotas”, dijo y calificó la altura del pasto como “ridícula”.