Sus mascotas poseen accesorios de lujo como un iPhone o bolsos Fendi, los automóviles Ferrari son algo sencillo para ellos y los escándalos, algo normal en sus vidas.

Así son los fuerdai, los excéntricos y polémicos hijos de los nuevos millonarios de China, la segunda generación de las familias que fueron beneficiadas de la reforma económica del país asiático que data de finales de los años 70.

Esta es una denominación peyorativa que han ganado a punta de escándalos, la poca conciencia del dinero que tienen y las posibilidades a las que pueden acceder, porque sólo gozan de la riqueza que sus padres forjaron en sus empresas o como parte del partido gobernante y olvidan por completo uno de los mandatos más importantes del Partido Comunista Chino: la austeridad.

Vanity Fair los describió como miembros de una clase poderosa, tanto en lo político como lo económico, que se han formado en universidades privadas occidentales, como Oxford o Standford.

A eso se suma la declaración de un responsable del Departamento de Trabajo del Frente Unido, una de las agencias del Partido Comunista de China, que los señalaba como “jóvenes mimados, arrogantes y tercos que sólo saben que tienen dinero, pero no saben de dónde viene”, añadiendo que muestran una riqueza que no podrían crear.

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Como Paris Hilton, pero en China

Usualmente se les compara con la americana heredera de la cadena de hoteles Hilton, que se hizo famosa por mostrar su vida en programas de televisión, pero que explotó su fama para obtener su propia fortuna.

Si bien estos jóvenes millonarios no están en programas de televisión, sí protagonizan en redes sociales sus excentricidades. Ejemplo de ello son los regaloneos de Wang Sicong a su mascota.

El joven es hijo de Wang Jianlin, uno de los hombres más ricos de China según Forbes, quien amasó su fortuna gracias a Dalian Wanda, el principal desarrollador de bienes raíces de ese país.

Wang Sicong a la izquierda | Instagram
Wang Sicong a la izquierda | Instagram

Sicong, que recibió 90 millones de dólares de regalo para hacer lo que quisiera, causó polémica al comprar relojes Apple de oro para su mascota, que también usa bolsos Fendi y sólo bebe agua embotellada Fiji.

Pero no es el único que realiza estas acciones, según El Financiero, cada cierto tiempo aparece un escándalo, como la quema de billetes que conforman altas sumas de dinero o la pelea en imágenes para ver quien demuestra tener más dinero.

Una de estas últimas fue protagonizada por Guo Meimei, una joven que se hizo pasar por Directora Comercial de la Cruz Roja, pero que más tarde fue condenada a prisión por operar una red ilegal de casinos.

Sin embargo, no todos los hijos de los millonarios son iguales, según comenta BBC, hay muchos fuerdai que son educados y trabajan por cumplir las expectativas que tiene la sociedad y sus familias respecto de ellos.

En su mayoría, poseen una educación occidental, por lo que tienen la visión internacional que sus padres no tuvieron, se ayudan entre ellos y mantienen un bajo perfil, ya que siempre son eclipsados por aquellos que hacen noticia por sus acciones negativas.

El debut de la menor del clan Huawei

Algo que caracteriza a los hijos de los millonarios asiáticos es el acceso al mundo occidental, su educación y cultura, lo que puede impactar profundamente en ellos.

Mientras Meng Wanzhou, la heredera de Ren Zhengfei, dueño de Huawei, era arrestada en Canadá a petición del gobierno americano por fraude -lo que desató inconvenientes en la relación diplomática de China y Estados Unidos-, Annabel Yao, la hija menor del magnate, disfrutaba de su debut en París, en medio del lujo que sólo unos pocos se pueden permitir.

Canada Out | Agence France Presse
Canada Out | Agence France Presse

El Le Bal es un evento que se celebra en la capital francesa desde hace 24 años, donde las hijas de aristócratas, millonarios y celebrities se presentan oficialmente en sociedad. Este año contó con la presencia de la menor del clan Huawei, una dinastía conocida por su discreción.

Según Vanity Fair, Yao, quien anecdóticamente suele utilizar un iPhone, estudia informática en Harvard y es parte de la compañía de ballet de la prestigiosa casa de estudios.

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Thank you @lebal.paris for the magical experience💛

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La chica se trasladó a París para ser una debutante más en un diseño de J. Mendel y logró lo impensado, sus padres posaron junto a ella en su lujosa mansión de Shenzen para Paris Match, una revista francesa que la entrevistó con motivo del magno evento. El magnate es conocido por ser reservado, sin embargo, no pudo evitar posar junto a su pequeña.

La vergüenza del presidente de Korean Air

Más allá de los herederos que participan en eventos exclusivos o hacen uso de su dinero de la forma más insólita que se les ocurra, hay un par de jóvenes que han causado indignación con sus arrogantes actitudes y que han puesto en tela de juicio a su padre Cho Yang-ho, el dueño de Korean Air, la principal aerolínea de Corea del Sur.

A finales de 2014 ocurrió el “escándalo de las nueces” cuando Cho Hyun-Ah, la mayor de las herederas, protagonizó un vergonzoso episodio que le costó incluso la cárcel. La entonces vicepresidenta de la compañía obligó a la tripulación del avión en que viajaba desde Nueva York a Incheon a volver a la puerta de embarque para echar a una auxiliar de vuelo que le habría servido nueces en una bolsa de plástico cerrada y no en un plato.

Jung Yeon-Je | Agence France Presse
Jung Yeon-Je | Agence France Presse

Debido a esta situación se le condenó por violar las normas de seguridad aérea y agredir a la auxiliar, que incluso habría sido obligada a arrodillarse para pedirle perdón. Si bien sólo estuvo unos meses en la cárcel, el hecho generó revuelo en su país, ya que se percibía como un comportamiento casi normal de la élite de Corea del Sur, debido a que no era la primera vez que ocurría algo similar.

Sin embargo, esta no es la única situación vergonzosa que afecta a la familia dueña de Korean Air, Cho Hyun-Min, la menor de la familia también protagonizó una polémica al ser acusada de gritar, insultar y arrojar un vaso de agua a un empleado de una agencia de publicidad, porque este no habría respondido de la forma adecuada.

A esto se suma que las dos hermanas, junto a otro miembro de la familia, fueron investigadas por introducir productos de lujo en el país, sin pagar los impuestos pertinentes.

Cho Hyun-Min
Cho Hyun-Min

Estas situaciones han llevado a que el magnate Cho Yang-ho declarara: “Como presidente de Korean Air, y también como padre, me siento mal por las acciones inmaduras de mis hijas. Es mi culpa y pido perdón a la gente”, citó El País, anunciado que saldrían de la compañía.