Una encuesta típica británica pretende zanjar un viejo debate sobre el té: hay que poner la leche después del agua, según una mayoría de los encuestados.

El sondeo, realizado por el instituto YouGov entre 1.600 personas, señala que el 80% de ellos vierte agua antes de la leche en el té.

La pregunta, que puede parecer superficial a los no británicos, ha provocado ríos de tinta y ya se abordaba en un ensayo del famoso escritor británico George Orwell titulado “una buena taza de té”, publicado en 1946, en el que abogaba porque el agua se vierta antes que la leche.

El orden depende de la edad: alrededor de un tercio de las personas mayores de 65 años todavía agregan leche primero, en comparación con sólo el 4% de los encuestados de entre 18 y 24 años.

La pregunta tiene un trasfondo de clase social, explica YouGov: la porcelana fina resistía el choque del agua hirviendo, así que solamente los menos ricos ponían la leche primero para disminuir la temperatura de la bebida.

Pero YouGov nos tranquiliza: hoy en día, esta distinción ya no existe y tanto las clases trabajadoras como las clases medias ponen el agua antes de la leche.