VER RESUMEN

Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

En la terapia psicológica, la variedad de enfoques puede abrumar al buscar ayuda profesional, siendo la terapia cognitivo-conductual la más utilizada, seguida del psicoanálisis, mindfulness y terapia humanista, entre otros. Expertos como Ester Laherrán Cantera, de Bupa, describen los enfoques y sus aplicaciones, como la terapia cognitivo-conductual para ansiedad y depresión, la terapia sistémica para relaciones familiares, la terapia humanista para crecimiento personal, y el psicoanálisis para explorar el inconsciente. La elección del enfoque dependerá del problema del paciente, destacando la importancia de la relación terapéutica en el éxito del tratamiento. Comunicarse abiertamente con el terapeuta puede llevar a ajustar el enfoque si no se está satisfecho con el progreso de la terapia.

Ponte en esta situación: estás pasando por un momento complejo en tu vida y decides buscar ayuda profesional, pero cuando comienzas a informarte, te das cuenta de que existe más de un tipo de enfoque en terapia psicológica, abrumándote en el proceso, ¿Cómo saber cuál es el más apropiado?

Haciendo una búsqueda rápida en Internet es posible comprobar que, en efecto, hay un abanico bastante amplio de corrientes psicológicas que abordan los problemas del paciente desde distintas perspectivas y estrategias o métodos.

Por supuesto, cada una de ellas se sustenta en una teoría diferente y tiene sus propios estudios en la materia. Hoy por hoy, la más utilizada es la terapia cognitivo-conductual, pero también está el psicoanálisis, humanista y más.

Diferenciando los tipos de enfoque que existen en terapia psicológica

Previo a conocer las diversas formas en que se puede abordar lo que te atreviste a trabajar con la psicología, hay que entender que el diálogo es la clave para solucionarlo.

A través de la conversación, el especialista y el paciente establecen un tratamiento basado en la colaboración. Esa relación permitirá trabajar para identificar ciertos patrones y lograr cambiarlos; todo ese proceso se define como psicoterapia, según plantea la Asociación Estadounidense de Psicología (más conocida como APA, por sus siglas en inglés).

Dependiendo del portal informativo, encontrarás que hay 10, 7 o 5 enfoques, además cada uno tiene sus propias variantes. En BioBioChile conversamos con Ester Laherrán Cantera, jefa de Salud Mental Clínica Bupa, y delineamos los siguientes:

Terapia cognitivo-conductual: Laherrán explica que este enfoque es especialmente efectivo para tratar la ansiedad, depresión y fobias. “Es una terapia más estructurada, más práctica, centrada en identificar y cambiar pensamientos, y se centra mucho en las conductas disfuncionales”, señala.

Terapia sistémica: la experta apunta que esta corriente “se enfoca en las relaciones familiares o de pareja y trabajan con el paciente dentro de su sistema, que es propio del entorno”, añadiendo que es útil para resolver problemas en dinámicas relacionales, de pareja, de familia o sexuales.

Terapia humanista: Ester nos explica que este tipo se enfoca en potenciar el crecimiento personal, el autoconocimiento y “la experiencia más subjetiva de las personas”, trabajando la exploración de las emociones y problemas existenciales.

Dentro de este enfoque también se encuentra la terapia gestáltica, que según Laherrán se centra “en el aquí y en el ahora”, y busca “integrar estos pensamientos, estas emociones y estas acciones”.

Psicoanálisis: también llamada psicodinámica, explora el inconsciente y “cómo los conflictos internos, y las emociones reprimidas, y las experiencias pasadas afectan al presente”.

“Esta terapia suele ser muchísimo más profunda porque trabaja con el inconsciente y con los conflictos internos más del pasado y está más a largo plazo. O sea, una terapia psicoanalítica dura más tiempo que las otras terapias“, enfatiza la experta.

Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT): también forma parte del humanismo y enseña a aceptar pensamientos y emociones difíciles, centrándose en los valores personales para promover un cambio positivo.

Terapias basadas en mindfulness: ayudan al paciente a enfocarse en el presente, gestionando el estrés y promoviendo la conciencia plena.

¿Cómo saber qué enfoque de terapia psicológica necesitas?

Así como hay variedad de terapias, también hay variedad de personalidades y problemas. Laherrán explica que cada persona es única, con “su propia historia, su cultura, su entorno, su crianza”, lo que llevó al desarrollo de múltiples enfoques que se adaptaran a esas realidades.

Aunque también surgieron, indica, a partir de la evolución científica y la integración de distintas especialidades.

De todos modos, respondiendo a la pregunta, sostiene que “la elección del enfoque depende del tipo de problema o el motivo de consulta del paciente”.

Sobre esa misma línea, aconsejó que “un buen punto de partida siempre será realizar una evaluación inicial con un psicólogo clínico general. Este psicólogo clínico te puede guiar hacia un profesional o un enfoque terapéutico más adecuado según tus necesidades, tu tipo de problema y tu tipo de motivo de consulta”.

Ahora bien, respecto a cuál podría ser más efectivo, la jefa de Salud Mental Clínica Bupa comenta que si bien hoy existen enfoques más comunes que otros, como la terapia cognitivo-conductual, que ha logrado esa plataforma por ser “superefectiva para tratar una gran variedad de trastornos”, la efectividad no depende solo del modelo.

“El enfoque terapéutico no depende únicamente del modelo en sí, sino que también depende de la relación terapéutica del vínculo y de las características del paciente. Lo que funciona para una persona puede ser no adecuado para otra”, afirma Ester Laherrán.

“Alguien que necesita soluciones prácticas concretas se beneficia mucho más de la terapia cognitivo- conductual. Pero una persona que quiere trabajar conflictos emocionales más profundos, que quiere conocerse emocionalmente, pues esas personas requieren un enfoque más psicodinámico y más humanista”, añade.

De todos modos, señala que las investigaciones apuntan que la calidad de la relación entre el terapeuta y el paciente es uno de los factores más determinantes en el éxito de la terapia.

¿Qué pasa si no estás conforme con el progreso de la terapia?

A veces un paciente puede pasar meses yendo a terapia, averiguando después de un largo tiempo que necesitaba otro enfoque para abordar las partes más complejas de su situación ¿Cómo comunicarlo con tu terapeuta de forma efectiva?

“Lo primero es hablar abiertamente con el psicólogo o con el terapeuta. Una de las cosas más importantes en terapia es expresar preocupaciones. O sea, cuando tú vas a una consulta, una de las cosas mejores es expresar cómo te sientes. Y puedes decir algo así como ‘siento que no estoy avanzando como esperaba’, y ahí el terapeuta puede ajustar el enfoque, puede proponer nuevas estrategias“, explica Laherrán.

“Si el enfoque terapéutico actual no parece adecuado, se puede explorar otros métodos. Por ejemplo, alguien que está trabajando con terapia psicoanalítica y que lleva mucho tiempo en consulta, que es muy largo, que es demasiado profundo, podría cambiarse a terapia cognitivo conductual porque es más corto y no es tan profundo”, concluye.