Si bien dormir una siesta después de tomar café puede parecer una contradicción, la ciencia dice lo contrario. Específicamente, se trata de una técnica denominada “caffeine nap”.
Lo que sí, se debe precisar que se debe llevar a cabo después de comer y no más tarde de las 17:00 horas. Así, se podrían tener beneficios para la salud e higiene del sueño.
Según información recabada por Europa Press Salud, dicha técnica combina los beneficios restauradores de una siesta breve —menos de 30 minutos, y antes de las 16:00 o 17:00 horas— con el impulso estimulante de la cafeína, que empieza a hacer efecto justo al despertar.
De esta manera, el resultado es una sensación de energía renovada, de mejor concentración y un mayor estado de alerta.
Los beneficios de la técnica caffeine nap
Así lo explicó la coordinadora del grupo de trabajo de Cronobiología de la Sociedad Española del Sueño (SES), María José Martínez Madrid, quien aseguró que sí hay evidencia científica respecto a la toma de cafeína y la mejora en el efecto del descanso.
La experta sostiene que la siesta en sí “es buena si se hace en un máximo de 30 minutos” y favorece una bajada de la presión arterial, pero también una mejora del estado de ánimo y la concentración. Lo anterior, pues la cafeína ayuda a que no nos pasemos de esos 10-15 minutos de siesta porque tiende a hacer efecto en ese periodo de tiempo.
Eso sí, Martínez Madrid hace hincapié en que se trata de una técnica que se aconseja a personas que sean bebedoras de café habituales y justo al terminar de comer, antes de la siesta, porque muchas veces pensamos que tomarse el café después de dormir la siesta y no tiene por qué ser así.
En el cerebro, durante esos 20-30 minutos de siesta, según prosigue la experta, entramos en una fase ligera, superficial de sueño, donde sí hay una reparación física y una reparación a nivel cardiovascular, que hace bajar esa presión arterial.
“Pero en este periodo corto de tiempo no llegamos en el cerebro a frases profundas de sueño, de manera que no nos levantamos, por ejemplo, en medio de una fase profunda de sueño, algo que nos hace levantarnos cansados, sin energía, si dormimos más de 20-30 minutos; y una situación que puede interferir en nuestro sueño nocturno y hará que retrasemos la hora de ir a dormir por la noche”, complementa.
Con ello, insiste la integrante de la Sociedad Española del Sueño en que, de poner en práctica la “caffeine nap” se debe hacer justo después de comer, que es cuando se da esa bajada postpandrial, de actividad, y de la temperatura periférica que aumenta cuando vamos a dormir.