Qué son y cómo prevenir los molestos y dolorosos sabañones en épocas de frío

Es común que en estas épocas de frío aparezcan los molestos y dolorosos sabañones, una afección que provoca áreas inflamadas y heridas en manos y pies.

Tal como revela el prestigioso sitio de salud Clínica Mayo, el origen de los sabañones, también conocidos como perniosis, es por el momento desconocido, pero suelen asociarse a una reacción inusual del cuerpo ante la exposición constante al aire húmedo y al frío.

El departamento de Dermatología de Clínica Las Condes, explica que los sabañones “son pápulas rojo-violáceas que se presentan generalmente en el dorso de los dedos de manos y pies, pero pueden presentarse en otras áreas, como la parte más inferior de las piernas, tobillos, nariz y orejas”.

Síntomas de sabañones

Su aparición es fácil de detectar, puesto que los efectos son visibles poco después de una exposición al frío, ya que las extremidades cambian su color y se muestran inflamadas.

Otros síntomas de sabañones incluyen:

-Aparición de ampollas
-Áreas pequeñas que pican en la piel
-Dolor o escozor

Estos síntomas por lo general desaparecen espontáneamente en un plazo de una a dos semanas. En casos más extremos, se pueden producir vesículas y ulceraciones de las lesiones, señala Clínica Las Condes.

Factores de riesgo

Por otro lado, existen factores que aumentan el riesgo de sabañones. Según Clínica Mayo son los siguientes:

– Usar ropa y calzado ajustados o que exponen la piel al frío
– Ser mujer y tener entre 15 y 30 años de edad
– Presentar baja masa corporal
– Vivir en zonas frías y húmedas
– Tener determinadas enfermedades

Tratamiento y prevención

Según el sitio de salud, para el tratamiento contra los sabañones, los expertos suelen recetar corticoides tópicos y medicamentos vasodilatadores por vía oral. Ambos tratamientos bajo supervisión médica.

En caso de que las molestias sean leves y no sea necesario una consulta médica, se recomienda usar guantes o calcetines gruesos de material que eviten que se humedezcan los pies, para evitar la exposición a los desencadenantes.

A esto último se recomienda una vestimenta holgada, bufanda, gorro, calzado cálido y resistente al agua. Además, mantener la casa y lugar de trabajo a una temperatura cálida agradable.