El pronunciamiento más claro de la Iglesia Católica chilena respecto del estallido social que se vive en el país se conoció durante esta jornada.

Tres semanas después de iniciadas las revueltas en Chile, el administrador apostólico de la arquidiócesis de Santiago, monseñor Celestino Aós, se refirió a la situación y comentó que lo que se necesita en Chile es una nueva Constitución.

Mediante un comunicado enviado por el Arzobispado de Santiago, Aós señaló que el país necesita un pacto social que incluya cambios en la carta magna, porque otras soluciones solo sera un maquillaje que desembocará en unos estallidos.

Ante dicha propuesta, indicó que espera que la nueva Constitución respete la libertad de culto y de expresión de fe, que toque la repartición de los bienes y se haga cargo de la divulgación de noticias falsas.

Sin embargo, declaró que le cuesta entender que la Constitución defienda al derecho a vivir y se haya legalizado el aborto (Nota de la redacción: bajo tres causales).

“Si no se hacen cambios profundos, estaremos hablando de maquillaje y volveremos a repetir la misma historia y el estallido va a ser igual de fuerte o mayor. La sociedad y los que están sufriendo están muy alertas, y no van a tolerar algo que no se sostiene. Por tanto, creo que tiene que haber cambios profundos, pero los cambios profundos no son sólo en las estructuras, sino que también en las personas. Es indudable que hay que cambiar la Constitución y ciertas estructuras, pero también es indudable que tenemos que cambiar a la persona que está dispuesta a ir a quemar un bien público o a insultar al otro”, expresó.

A su juicio, las injusticias que se viven en Chile “colmaron el vaso”. Además, llamó a formar un pacto social donde todos se escuchen y nadie se imponga sobre el otro.

“Tenemos que ponernos de acuerdo los chilenos sobre qué queremos decir con pacto social, porque, en definitiva, no es un encuentro para imponernos hegemónicamente los unos por sobre los otros, sino para escucharnos, para discernir juntos y llegar a puntos de consenso. Cuando hablamos de un pacto social indudablemente que es un compromiso que está sobre la base del respeto a los derechos y deberes fundamentales”, aseveró.

Rol de la Iglesia

Para Aós, “el el dolor que estamos padeciendo, y que está recayendo sobre todo en los más pobres, nos tiene que llevar a reflexionar sobre el por qué se ha producido y cómo podemos evitar que se produzca de nuevo. Tendremos que aprender de esta crisis y pensar sobre las estructuras que estaban y que han llevado a colmar el vaso, pero también sobre este otro Chile que estamos descubriendo”.

Por ello, al referirse al rol que debe tener la Iglesia en lo que sucede en el país, llamó a los cristianos a usar el arma más fuerte, la oración, para rezar por Chile y los chilenos.

“Si vamos a hacer este pacto social, tenemos que hacer lo que podamos en nuestras iglesias. Tenemos infraestructura, locales, salones de catequesis o parroquiales y a veces la gente de la población no tiene otro lugar donde reunirse. Abramos nuestras iglesias, convoquémoslos a que dialoguen, a que expresen sus sentimientos. Hay gente que está muy tensa, con miedo o quizá con rabia”, argumentó.

Aós fue más allá y dijo que sería bueno fomentar cabildos ciudadanos en parroquias: “Tenemos derecho a dar una mirada cristiana, pero creo que nuestras parroquias y locales deben abrirse para un diálogo no sólo de los católicos, porque hay gente que piensa que la moral es de patrimonio de nosotros los católicos y no. Nosotros podemos exponer nuestra manera de pensar las cosas, de desearlas y habrá que llegar a acuerdos, precisamente para eso se convoca un pacto social”.

Autocrítica

El monseñor también realizó una autocrítica a nombre de la iglesia chilena, indicando que todos en Chile “tenemos una cuota de responsabilidad, ciertamente algunos más que otros, porque cuando uno asume un cargo de responsabilidad asume también mayor responsabilidad y exigencia, pero ninguno puede decir yo no tengo nada que ver con esto”.

“Como Iglesia tenemos que considerar nuestra propia fragilidad y la de nuestros hermanos. En la Iglesia estamos todos y cuando vamos a misa decimos yo confieso ante Dios que soy pecador y reconozco todos los pecados de mis hermanos. En segundo lugar, ver lo que estamos tratando de hacer ante delitos tan desconcertantes como los abusos, debemos preguntarnos como seres humanos cómo llegamos a esto, pues lo importante es mirar al futuro y pensar qué tenemos que hacer para que esto no vuelva a repetirse, para que no vuelva a haber abusos y para que no haya violencia. Esta es nuestra autocrítica, nosotros no nos erigimos en jueces”, explicó.

Junto con ello, anunció que el Arzobispado de Santiago está avanzando en una política de ajuste de brecha salarial en sus sueldos.

Derechos Humanos

Aós aseguró también que durante las manifestaciones “se han producido violaciones a los derechos humanos“.

“Los muertos nos duelen. Todos y cada uno de ellos. Y los heridos también. Tanto si llevan uniforme como si no llevan. Más allá de si un señor vulnerado en sus derechos humanos tenía una investidura por ser miembro de una institución respetable, da lo mismo, porque hubiera sido lo mismo con una vulneración de derechos a la vecina de la esquina. Las personas tenemos la misma dignidad o no la tenemos. Todos son personas y todos son ciudadanos de este país. Por eso es que nos duelen”, dijo.

Ante esto, pidió que se investiguen los casos de muertos durante el estallido social y que se establezcan las responsabilidades correspondientes.

Por último, llamó a no justificar la violencia y a manifestarse de forma pacífica para defender las legítimas demandas de la ciudadanía, junto con tener paciencia ya que “pretender que Chile va a cambiar todo y hacerlo todo en un día, más en un momento de nerviosismo, no, hay que hacerlo pero se requiere tiempo y paz”.