Cada vez es más común oír quejas de los pasajeros del Aeropuerto de Santiago respecto de la experiencia que viven en el terminal aéreo. Colapso para embarcar, estacionamientos más cercanos al ingreso llenos y caos para llegar en vehículo son algunos de los problemas más recurrentes.

Esto se refleja en las cifras de quejas que se han presentado en los últimos meses en el aeropuerto por la calidad de servicio. Según fuentes ligadas a la industria, entre enero y abril de este año se presentaron 1.519 reclamos, cifra superior que en mismo periodo de 2017 cuando hubo 1.441.

De todos los reclamos del periodo, 871 eran dirigidos directamente a la concesionaria Nuevo Pudahuel, compuesta por Aéroports de Paris, Vinci Airports y Astaldi Concessioni. Esto es, el 57% del total. El resto se presentó contra organismos públicos y líneas aéreas.

En tanto, Pulso agregó que en los primeros cuatro meses del año se totalizaron ingresos de $43.561 millones por pasajeros embarcados, siendo el mes de enero el que tuvo una mayor cantidad de dinero ($12.673 millones).

En el Gobierno ya trabajan en un plan para mitigar la sobrecapacidad con la que trabaja el Aeropuerto Arturo Merino Benítez, la que debería terminar en 2020 cuando se inaugure el nuevo terminal internacional.

Por el momento, se creó una mesa técnica de trabajo para mejorar la operación y las obras. Además, los actores involucrados ya presentaron sus propuestas de solución para mejorar, en el corto plazo, la calidad del servicio.