El cierre de las minas de carbón en Lota -región del Bío Bío- ya cumplieron 25 años. La ciudad, todavía intenta ser Patrimonio de la Humanidad para impulsar a la reactivación económica. Por ahora, se encuentra en la lista tentativa de la Unesco.

Este sábado se cumplieron 25 años desde el cierre definitivo de las minas a carbón en Lota -región del Bío Bío- quedando en una zona de rezago que la ha tenido en diferentes ocasiones, como una de las localidades con más cesantía en el país.

Sin embargo, y a casi un cuarto de siglo de lo anterior, la comuna tiene la esperanza en levantarse de su estancamiento desde la Cultura y el Patrimonio.

Por ahora, Lota se encuentra en la lista tentativa de la Unesco para ser Sitio de Patrimonio Mundial, pese a que algunos de los monumentos nacionales se encuentren en precarias condiciones.

El fin de las minas

Un miércoles 16 de abril de 1997, el entonces Presidente, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, anunció el cierre de las minas de carbón en Lota, tras 150 años de funcionamiento.

Esa jornada, en el pique Carlos, se realizó el último llamado a los mineros para trabajar en dichas instalaciones, situación que se proyectaba meses antes, tras despidos masivos en 1996.

José Carrillo, quien fue presidente del sindicato de trabajadores número 6 de la Empresa Nacional del Carbón, recordó que se enteró por La Radio sobre esa determinación.

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A su juicio, la decisión fue tomada desde lo político y no desde una arista económica, ya que la administración de ese entonces había comprometido millonarios recursos para el funcionamiento de la mina.

Sin embargo, su actividad riesgosa, la incorporación de otros actores al mercado como el colombiano, industria subsidiada por el Estado de ese país, y la entrada en vigencia de otras fuentes de energía, terminaron por dar fin a la industria carbonífera en la comuna.

En mayo de 1996, 97 pirquineros fueron desvinculados, lo que motivó a los trabajadores del yacimiento a realizar una serie de movilizaciones, tomas de carretera, viajes a La Moneda e incluso huelgas- de hambre y seca- para evitar el cierre de las instalaciones.

De todas formas los despidos continuaron y llegó lo que tanto se presintió: el fin de las minas Lota y Schwager.

El deseo de ser Patrimonio

Tras 25 años, la comuna tiene un desafío: ser Patrimonio de la Humanidad. En esa meta están puestas las esperanzas de que la comuna “se levante”, dijo la presidenta de la Mesa de Patrimonio, Cultura y Turismo de Lota, Yénifer Fuentealba.

¿Será posible? Cuando, por ejemplo, se ve la Hidroeléctrica de Chivilingo haciéndose pedazos; una Mina Chiflón del Diablo cerrada por falta de seguridad, problemas de iluminación, sin salida de emergencia y su jaula inutilizable.

El edificio del Sindicato 6, ubicado frente a la plaza, con un deterioro evidente, donde incluso se ha utilizado como baño por personas en situación de calle.

Víctor Mendoza, otro exdirigente sindical lotino, responsabilizó a las autoridades locales y nacionales por el actual estado que vive la comuna.

Tras un fallido plan de reconversión y promesas incumplidas, la comuna lideró en varias ocasiones los índices de mayor desocupación a nivel regional e incluso en el país.

Quedando tras lo anterior, el comercio como principal fuente de ingresos en la comuna y la continua apertura a empleos de emergencia.

Desde la Fundación Procultura, que administran parte de los monumentos que hoy se encuentran en precarias condiciones, señalaron a través de un comunicado que buscan posicionar a Lota y San Rosendo como referentes del patrimonio industrial de Chile.