Las atenciones de urgencia se han duplicado en las clínicas del Gran Concepción y la demanda de exámenes PCR por covid-19 ha crecido explosivamente. El colapso ha llevado a esperas de más de seis horas en la peor semana de la pandemia en términos de contagios.

Adecuando sus procedimientos a la alta demanda de exámenes de PCR y a la saturación de las salas de urgencia, han pasado esta semana los centros de salud privados de la región.

Son cientos las personas llegan cada hora hasta los hospitales y clínicas demandando atención o para tomarse un PCR, ya sea por presentar síntomas o haber estado en contacto con alguien contagiado.

Pese a los esfuerzos por enfrentar esto de la mejor forma, las esperas son de varias horas según reconoció el doctor Tomás Fuentes, director médico subrogante y jefe de Urgencia de la Clínica Andes Salud Concepción.

En este centro asistencial, durante el peak el año pasado, se llegó a procesar 2 mil PCR diarios. Mientras que hoy se están validando 2.500 muestras.

Por lo mismo, el resultado de estos exámenes está demorando más de lo normal, de 12 a 24 horas o incluso más.

Pacientes están siendo derivados para el PCR

El doctor Juan Hermosilla, subdirector médico de Clínica Bío Bío, indicó que en ese recinto quienes requieren PCR para demostrar que no portan el virus, están siendo derivados a unidades de toma de muestras ambulatoria, y que no han presentado hasta ahora falta de insumos.

En la clínica Sanatorio Alemán se están tomando PCR con reserva de hora a través de la web, a personas con y sin síntomas en un anexo de calle Junge, pero también en la urgencia de acuerdo a evaluación médica.

Además, el uso de los espacios se ha reformado en algunos casos para aumentar la superficie de la espera de pacientes que requieren PCR, aunque los flujos ya estaban segregados para cuadros respiratorios en las Urgencias.

Son los días más intensos de la pandemia en las emergencias, pues en otras etapas difíciles el colapso se presentó en Unidades de Paciente Crítico.

Sin embargo, esto ahora no ha ocurrido, y de hecho la disponibilidad de camas se mantiene cercana al 20% en la región.