Pese al toque de queda y la cuarentena preventiva que realizan muchas personas, la madrugada del pasado martes, un robo afectó a la panadería penquista Tokyo Bakery.
Tras el ilícito y el complejo escenario de la crisis sanitaria por Covid-19, la empresa anunció el cierre temporal, considerando que ambas situaciones los dejan en un escenario complejo para continuar.
De acuerdo a uno de sus dueños, Rodolfo Moreno, el robo pudo ser evidenciado al momento de abrir el local en la mañana. Al llegar al recinto, se percataron que la chapa de la puerta había sido forzada.
Al interior del local, ubicado en Cochrane 333, lo ocurrido era evidente. Se toparon con un gran desorden, muebles destruidos y restos de comida en el suelo. Según Moreno, no sufrieron gran pérdida monetaria, pero sí materias primas.
“Se llevaron un poco de efectivo que había en la caja, que por suerte no era mucho porque habíamos sacado la mayor parte el día anterior, y se llevaron bastante mercadería, que eran unas cosas que habíamos comprado hace poco porque estábamos rediseñando la tienda”, declaró.
Además, se percataron que habían restos de comida en el suelo, correspondiente a la producción de pastelería, que habría sido consumida por los asaltantes, de modo que los productos restantes tuvieron que botarse.
Sin embargo, este no es el primer robo que afecta a Tokyo Bakery, sino el cuarto desde su apertura hace seis años. Según señaló, el anterior ocurrió antes de octubre, y pese a las mejoras de seguridad que han implementado, éstos siguen ocurriendo.
Luego de evidenciar lo sustraído, Rodolfo comentó que pusieron una denuncia ante la Policía de Investigaciones, aunque aseguró que se trata de un “tema de formalidad”, porque en ninguno de los casos anteriores han conseguido recuperar lo perdido.
Cierre temporal
Luego del robo, Tokyo Bakery, a través de su página de Facebook, anunció que tras seis años de funcionamiento cerrarán de forma temporal, debido a que la situación actual es insostenible.
Antes que la crisis sanitaria por Covid-19 cambiara la forma de trabajo de miles de personas, la panadería empleaba a ocho personas, quienes ahora realizan una cuarentena preventiva en sus hogares. Por lo que el negocio sólo era atendido por Rodolfo Moreno y su padre en la producción, y su madre en el área de ventas y delivery.
El contacto frecuente al que se expone su madre es uno de los motivos detrás del cierre. Moreno señaló que “tenemos un poco de miedo por el tema de mi mamá, porque ella recibe a los clientes y reparte los productos, entonces hay ciertos riesgos de exposición, porque no sabemos si nuestros clientes toman las medidas necesarias para protegerse o no”.
“El robo también afectó un poco, perdimos mucha mercadería que habíamos comprado recién y no tenemos los recursos para reponerla en este momento, queremos hacer una pausa y congelar algunos pagos para pasar la crisis”, agregó.
De momento, la panadería sigue tomando pedidos a domicilio a través de su página de Facebook, pero Moreno aseguró que desde la otra semana harían efectiva la suspensión de funcionamiento.
