La escasez de agua desde una vertiente en la cordillera de Antuco, obligó al Gobierno a cerrar por algunas horas el paso fronterizo Pichachén.

El gobernador provincial Luis Barceló, indicó a La Radio que la fuente de agua natural, que permite abastecer las necesidades de quienes trabajan en el límite fronterizo como servicio agrícola y policía internacional, se está secando, por lo que fue necesario recurrir a un camión de 10 mil litros para la entrega del líquido.

Una situación puntual que ya fue subsanada, dijo el jefe provincial, quién añadió que el paso fronterizo fue reabierto y se mantendrá así hasta mediados de abril.