Un oficial de Gendarmería fue denunciado por vender informes de buena conducta a los reclusos en la región de Valparaíso, en un hecho por el cual la institución confirmó la realización de una investigación interna y del Ministerio Publico en curso.

La denuncia llegó a manos de la Dirección Regional de Gendarmería, donde un oficial, que además ostentaba un alto cargo en un recinto penitenciario del Valle del Aconcagua, al parecer recibía o cobraba dinero en altas sumas a los internos a cambio de entregar informes de buena conducta, según los datos recopilados en exclusiva por Radio Bío Bío.

Si bien hay un completo hermetismo al interior de Gendarmería, en torno a los detalles de la denuncia y en qué situación se encuentra el funcionario, desde la Dirección Regional el coronel Tito Barriga confirmó la investigación en curso sobre el acusado que prestó servicios en recintos penales de la región.

“Se ordenó la investigación interna pertinente y de todos los antecedentes recabados, por el oficial investigado, se informó al Ministerio Público para que tomen las medidas del caso en esta situación”, expresó Barriga, ya que además de una falta administrativa, podría configurarse algún delito de persecución penal.

El caso fue también conocido por la Asociación de Sub-Oficiales de Gendarmería, ANSOG, donde el presidente del gremio, Joe González, señaló que la investigación se originó luego que el oficial acusado concurriera a uno de los módulos del complejo para agredir a uno de los reos que lo acusaba.

González indicó que espera que “la investigación llegue a buen puerto”, considerando “el hecho que ocurrió, donde el oficial concurre a las dependencias donde está uno de los internos acusadores y se produce una situación bastante grave”.

Estos hechos ensucian la imagen de toda la institución, dijo el dirigente. “No está aún del todo claro. Se habla de unas grabaciones y unos videos. Ya había avanzada una investigación en el Departamento de Investigación y Análisis Penitenciario”, comentó.

Según fuentes de Radio Bío Bío, uno de los reclusos al parecer no recibió el informe pactado con el gendarme y habría denunciado el hecho, presuntamente respaldado en grabaciones e imágenes que fueron expuestas como pruebas.