El Tribunal Ambiental de Valdivia autorizó a la Superintendencia de Medio Ambiente a clausurar de manera definitiva un criadero de cerdos en Coihueco, que causaba enormes molestias a la comunidad.

Es la primera vez que se ordena un cierre de este tipo de una empresa de la región debido a incumplimientos medioambientales.

Pobladores del sector Bustamante han sido los más afectados por malos olores, soportando por casi una década emanaciones y vertimiento de desechos de manera irregular de esta faena de propiedad de la empresa Agrícola Veneto .

Santa Josefina se dedica a la mantención, reproducción y crianza de porcinos, tanto de engorda, recría, lechones, hembras y machos reproductores. El plantel cuenta con innumerables fiscalizaciones justamente producto de denuncias de la población.

El último procedimiento sancionatorio en curso de la Superintendencia de Medio Ambiente en torno al tratamiento, acumulación y disposición de purines, culminó con la sanción que ordena su clausura definitiva por carecer de Resolución de Calificación Ambiental.

La medida, que por primera vez se aplica en la región, fue autorizada por el Tribunal Ambiental de Valdivia. El ministro Michael Hantke, uno de los que votó a favor de dar curso a la sanción, dijo que se constató el actuar de la empresa contrario a la protección del medio ambiente.

Hace seis años los vecinos grabaron un video en que se veía desechos orgánicos y cerdos muertos lanzados cerca de un río de la comuna, siendo la constatación de la sospecha de funcionamiento irregular en varios aspectos.

El alcalde de Coihueco, Carlos Chandía, comenta que desde que asumió en 2012 conoció de las molestias que esta empresa ocasionaba a los pobladores y que desde entonces el municipio los ha apoyado en su lucha

En efecto, Agrícola Veneto tiene una última instancia de apelar a la Corte Suprema esta resolución. Radio Bío Bío quiso consultar por el escenario que enfrentan ante esta dura sanción, sin embargo, en la oficina de la empresa en Chillán aseguraron que nadie podría referirse pues Giovanna Velilla, una de sus propietarias, se encuentra fuera de Chile.

Además, se contactó también al Grupo Alianza, que representó legalmente al plantel de cerdos en este procedimiento de la Superintendencia de Medio Ambiente y que recibió todas las notificaciones del caso, pero curiosamente respondieron que ya no representan a la empresa, que el vínculo se terminó recientemente.