Por la vereda finalmente marcharon los trabajadores sindicalizados de la Universidad Santo Tomás que se encuentran en huelga legal en demanda de mejoras salariales.
A ellos se sumaron algunos estudiantes, que pese a restricciones ven la manifestación como una forma de solucionar otras problemáticas dentro de la entidad educacional.
Si bien la marcha se encontraba autorizada, no se definió el trazado a recorrer, por lo que se tuvo que utilizar la vereda para realizar la manifestación, que partió desde la Plazuela Yungay. Y es que se reconoció que la inexperiencia jugó una mala pasada, al ser ésta la primera huelga que se desarrolla en la Universidad Santo Tomás.
Todo en medio de la mesa negociadora que comenzó esta mañana en Santiago, solicitada por propia Inspección de Trabajo y de la cual se espera algún acuerdo que termine con la medida de presión por un reajuste salarial de 80 mil pesos.
Tal como se había anunciado, en la protesta sí asistieron estudiantes, específicamente de Psicología, pese a los resquemores que existen por la prohibición y sanciones estipuladas a la hora de matricularse, si es que se participa de actividades de este tipo.
De acuerdo a Ana María Acuña, jefa de carrera, el reglamento interno genera temor y merma el apoyo a todo tipo de actividad similar.
Acuña relató que incluso durante la jornada del martes se habló hasta de un paro de actividades en la carrera, iniciativa que no prosperó finalmente, pero que a su juicio demuestra el nivel de descontento que existe en los estudiantes por estas restricciones.
Sin embargo, a dicho descontento se suman carencias internas al interior de Psicología, que ya cuenta con una matrícula superior a los 250 estudiantes, por lo que a la hora de brindar atención gratuita a la comunidad la infraestructura ya no da abasto.
Respecto a la huelga legal, se espera que durante esta jornada se entregue una comunicado desde la dirigencia nacional del Sindicatos de Trabajadores de la UST, con los resultados de la mesa negociadora, que de ser favorables, podría poner fin a la medida de presión por mejoras salariales.
