Antiquísimas pinturas rupestres que datarían de aproximadamente el año 600 fueron manchadas con rayados de gente que quiso inmortalizar con aerosol sus nombres y su amor, entre otras cosas difíciles de descifrar.

Antes de ser intervenidas, las pinturas prehispánicas, pertenecientes a la cultura Tiwanaku y ubicadas en las Cuevas de Anzota al sur de Arica, mostraban vicuñas y cántaros de agua.

La situación fue denunciada por Felipe Sandoval a través de su cuenta de Twitter.

“Llama la atención que no exista vigilancia. Se nota que durante la noche esto queda vacío. El problema es que estas pinturas son de valor incalculable y fueron vandalizadas” dijo también Felipe a Las Últimas Noticias.

El daño causado por los vándalos, explicó Marcela Sepúlveda, arqueóloga y académica de la Universidad de Tarapacá, “no se puede revertir”.

“Ya es imposible estudiarlo y protegerlo, porque no existe una medida de restauración posible”, sostuvo Marcela al mismo medio, agregando que “el daño es irreparable”.

Si se intenta limpiar los graffitis, “se sacarán todas las pinturas originales, que se hicieron con materiales minerales que con suerte se mantuvieron en el tiempo. Son minerales como óxidos de fierro o tierra de colores mezclados con agua o algún aglutinante, por lo que se saldrá si se pasa un trapo con agua”.

La misma experta recuerda que la cueva está protegida por ley al ser un bien arqueológico, pero no tiene calificación de Monumento Nacional.

La presidenta de los guías turísticos de Arica, Jessica Rosas, recordó por su parte que “la última vez que vi las pictografías sin daños era chica y ahora tengo 40 años. Por eso no muestro las pinturas que están más ocultas, porque si lo hago llegará alguien a rayarlas”.

“Acá no hay ni un guardia para resguardar el sendero y las cuevas. No existe nadie que controle la entrada y salida de las personas” dijo, en línea con la crítica realizada por Felipe.

Rayados sobre pinturas rupestres de vicuñas y cántaros de agua.
@FeSandovalC | Twitter