Este viernes se aprobó la propuesta de "muerte cívica" para quienes cometan delitos terroristas e ilícitos en el ejercicio de funciones públicas; y se rechazó una iniciativa popular de norma que buscaba prohibir el lucro con los derechos sociales, como salud y educación, que fue una de las más votadas por la ciudadanía.

El segundo capítulo de la propuesta constitucional ya fue aprobado por el pleno del consejo, en una votación que terminó por separar definitivamente al oficialismo y la oposición.

Este viernes fueron parte del debate temas como ciudadanía y nacionalidad, donde se aprobó una propuesta que agrega una condicionante para perder la calidad de ciudadano para quienes cometan delitos que la ley califique como conducta terrorista, relativos al narcotráfico o actos de corrupción por parte de autoridades o funcionarios que finalicen con pena aflictiva.

Sobre la denominada muerte cívica habló el consejero del partido republicano, Antonio Barchiesi.

Por la tarde el debate se centró en los estados de excepción y una innovación aprobada por la derecha y extrema derecha, que incluye el concepto “grave amenaza terrorista” como uno de los motivos para que el presidente o presidenta de la República decrete -con ratificación del Congreso- el estado de sitio.

Esto fue valorado por el representante de la UDI, Carlos Recondo, y cuestionado por su par del PS, Alejandro Kohler.

En tanto, fue desechada -con votos de la oposición- una iniciativa popular de norma que garantizaba el fin al lucro en la provisión de los derechos a la salud, vivienda, el agua, la seguridad social y educación.

La consejera de Revolución Democrática, Paloma Zúñiga, criticó la postura de Chile Vamos y el Partido Republicano.

Desde Estados Unidos, el presidente Gabriel Boric se refirió al proceso constituyente y aunque afirmó estar preocupado por el curso que está tomando el trabajo del órgano redactor, dijo no querer emitir juicios antes de que esté redactada la propuesta de nueva Constitución.

El mandatario señaló que no van a encontrar en él, un antagonista del debate que se está desarrollando.