Ante la arremetida de sus socios por la reunión que sostuvo con la ex Nueva Mayoría, el presidente de Renovación Nacional, Mario Desbordes, aseguró que tendrá todas las reuniones que sean necesarias y respondió en duros términos a sus críticos.

El presidente de Renovación Nacional, Mario Desbordes, dijo a La Segunda que “es muy fácil rechazar el diálogo cuando no se baja del barrio alto o cuando se anda rodeado de escoltas. Es muy fácil exigir sólo mano dura cuando se hace desde Twitter o una radio. Los valientes de escritorio se esconden detrás de las polleras de Carabineros”.

La vicepresidenta de RN, Paulina Núñez, salió a blindar a Desbordes, acusando una polémica artificial. Cuestionó al expresidente de la colectividad, Carlos Larraín, quien ha sido crítico de la reunión con la ex Concertación.

¿Cuál es el cuestionamiento de Carlos Larraín?, el exsenador afirmó que hay que centrarse en apoyar la labor del Gobierno.

Otro de los críticos internos de Desbordes, el diputado Diego Schalper, instó a bajar las revoluciones, y a buscar una postura institucional, pues, dijo, el partido trasciende a las personas.

El senador de la UDI, Iván Moreira, acusó a RN de darle la espalda al gremialismo. El parlamentario cree que su partido debe analizar si permanece o no en Chile Vamos.

Mientras, el presidente de la Democracia Cristiana, Fuad Chahín, quien estuvo en la reunión con Desbordes, dijo que la molestia de Chile Vamos es incomprensible.

En el resto de la oposición no miran con malos ojos este tipo de reuniones. Así lo cree al menos la vicepresidenta del PRO, Andrea Condemarín, quien eso sí consideró que es necesario que ese diálogo de la ex Concertación también sea con el resto de la centroizquierda.