Francisco Silva, uno de los dos imputados por el brutal asesinato del profesor de Villa Alemana, Nibaldo Villegas, fue declarado imputable luego que se descartara una patología psiquiátrica.

“En una conversación ella me decía que ‘este huevón se tenía que morir’ y mis voces decían ‘es verdad’, ella me decía ‘así me voy a quedar con pensión, tu te llevas bien con mis hijos’, entonces lo hicimos”.

Esa es parte del relato de Francisco Silva Ales, uno de los dos principales acusados por el homicidio de Nibaldo Villegas, según consta en el informe psiquiátrico al que tuvo acceso Radio Bío Bío.

En el documento, Silva acusa a su pareja y exesposa del hombre de Villa Alemana, Johanna Hernández, de inducirlo a cometer el crimen.

Tal como se informó ayer lunes, el peritaje -solicitado por la propia defensa del detenido, para comprobar su supuesta inimputabilidad- concluyó que Silva Ales tiene sus facultades mentales normales, razón por la que podrá ser juzgado.

Dentro de las declaraciones entregadas, el acusado insistió en que fue la exesposa de Nibaldo quien lo mató de una estocada en el pecho, al interior del domicilio de la víctima, tras doparlo con fármacos y luego de haberle indicado que debían asesinar el profesor.

“En una conversación ella me decía que ‘este huevón se tenía que morir””, sostuvo. Aludiendo que el asesinato le permitiría a ella quedarse con una pensión.

“Un día ella lo drogó con quietapina y clonazepan y así le cortó un brazo, luego ella me mandó una foto por WhatsApp y me dijo que Nibaldo estaba listo, ahí yo entré porque estaba a tres cuadras”, prosigue el relato.

“Cuando entré ella estaba sonriente y Nibaldo ya desangrado… y ella le enterró el cuchillo en el pecho con rabia”, señaló.

Y añadió: “al rato ella me dice ‘chucha, la cagué, ya no lo podemos pasar por suicidio’ (…) entonces lo empezamos a cortar en la cama… luego lo bajamos al living porque estaba difícil”.

ARCHIVO | Cristian Opazo | Agencia UNO
ARCHIVO | Cristian Opazo | Agencia UNO

Voces y conclusiones

De acuerdo al informe, el relato de Silva es interrumpido reiteradamente para expresar que “hay unas voces” que lo dirigen. “Yo debería estar en un hospital, porque estoy enfermo mental”, alude.

Lo consignado en el documento concuerda con la estrategia de la defensa del imputado, puesto que se pretendía comprobar que éste estaba con sus facultades mentales perturbadas al momento del crimen. Sin embargo, las conclusiones del peritaje son lapidarias: Francisco Silva fingió una patología psiquiátrica.

“Destaca principalmente una actitud de mostrarse ‘enfermo por voces que le dicen cómo actuar’, evidenciándose una permanente conducta de evitación al interrogatorio dirigido y activa exageración de pseudo síntomas relacionados con patología mental, pero incongruentes con una enfermedad real”, consigna el texto.

Las notas del psiquiatra a cargo fueron claves para considerarlo imputable. En la parte del informe que relata detalladamente el cruento crimen, se anota que sus frases son coherentes, que responde con cautela y evita mirar directamente al evaluador, eludiendo responder cualquier pregunta específica.

También aparece que Silva relata los hechos con frialdad afectiva, transitando por momentos de irritabilidad, pero mostrando una respuesta intelectual completamente normal.

El médico psiquiatra Julio Michelotti, de la Universidad de Valparaíso, aseguró que escuchar voces es un recurso común cuando se pretende simular síntomas de un transtorno psiquiátrico.

Al respecto, el especialista aclaró que este síntoma se muestra de maneras muy específicas, y generalmente es fácil de detectar cuando una persona puede estar simulando.

“¿Cuando se habla de simulación? Cuando una persona inventa síntomas inexistentes, o exagera síntomas que tiene para lograr beneficios, como eximirse de una responsabilidad penal, señaló.

“Lo más fácil es decir que escucho voces o alucinaciones auditivas, pero tiene que ver con un contexto, no es una cosa que ocurra en el aire, uno no escucha las voces como uno escucha a otra persona frente a uno”, explicó.

Para Patricio Olivares, abogado defensor de la familia de la víctima, la simulación del imputado, así como que traspase la culpa a Hernández, son maneras desesperadas de desmarcarse del crimen.

“Esa es una estrategia de defensa, existen medios de pruebas que constan en la carpeta de investigación que a nosotros nos permiten determinar la participación tanto antes, durante y posterior al delito”, señaló.