Una intensa agenda de actividades realizó el candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami durante su primera jornada en la capital de Bolivia. Entre ellas, el candidato del PRO sostuvo una larga reunión con el presidente Evo Morales en su residencia, encuentro en el que se conversó de los desafíos económicos de ambos países, la integración de los pueblos y el futuro del continente.

ME-O y Morales volverán a verse este martes, esta vez en el Palacio Quemado –sede del ejecutivo boliviano– para llevar a cabo una entrevista para el documental que el candidato y cineasta ha comenzado a grabar en este país y que lo reunirá en las próximas semanas con otros líderes del continente.

En esa misma línea, el candidato presidencial insistió en que “es de una ignorancia tremenda creer que yo quiero o puedo negociar algo a nombre del Estado”.

“Yo creo, estoy convencido, que judicializar las relaciones entre dos países es un mal negocio. Malo para el norte de Chile, malo para los chilenos que viven en campamentos, malo para los emprendedores chilenos. Lo que hay que hacer es, al revés, más diálogo entre chilenos y bolivianos. El intercambio comercial entre Chile y Bolivia se cuenta en cientos de millones de dólares”, agregó desde Bolivia.

“La economía boliviana es una de las que más crece. Sería una gran oportunidad para empresarios chilenos poder actuar y trabajar aquí. Todo el norte chileno depende en buena medida de las relaciones comerciales con Bolivia. Las disputas sólo afectan la economía de una de las regiones más olvidadas de Chile”, agregó.

“Lo que está en juego es la prosperidad de Chile. Es la cotización en la bolsa de nuestros fondos previsionales. Lo que está en juego no es un voto más o un voto menos. Justamente por eso es que he decidido perseverar en mi convicción de más integración y no menos integración”,

El candidato criticó la judicialización de las relaciones entre ambos países: “Creo que es un error de la diplomacia boliviana y la diplomacia chilena el olvidarse que lo que está en juego son millones de dólares de intercambio, de la economía del norte, de los problemas de agua, minería y drogas de Iquique y Arica, del problema del emprendimiento de estas ciudades”.

Críticas de Chile

Al mismo tiempo, lo anterior ha generado reacciones desde el Gobierno de Chile. El canciller Heraldo Muñoz cuestionó la postura de ME-O, ya que la postura del Estado es “no negociar su soberanía territorial. Y eso no pasa y no pasará. Y ese es nuestro planteamiento que tenemos en La Haya. Así que la posición de Chile está muy clara: lo que diga un precandidato, la responsabilidad es de esa persona, no del Estado”, recalcó.  

En la misma línea apuntó el candidato presidencial de Chile Vamos, Sebastián Piñera, quien insistió que las relaciones bilaterales se deben enfocar con una visión de Estado. “Creo que ese principio se rompe cuando los candidatos hacen ofertas como si estuvieran representando a toda la sociedad chilena”, aseguró.

“Él lo que está haciendo es favorecer internamente a Evo Morales, porque esto ciertamente no va a tener incidencia en el juicio de La Haya, pero ahí hay una relación muy estrecha entre Enríquez y Morales”, explicó por su parte el diputado Jorge Tarud (PPD), miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja.