La presidenta del partido Amplitud, Lily Pérez, se refirió a la controversia que existe tras conocerse los casos de violencia intrafamiliar que involucran a representantes ligados a la política.

“Llevo un tiempo largo en política y he escuchado cosas como ‘si zamarrear a la vieja no es tan terrible’, o gente que tiene historia en esto”, declaró la senadora en entrevista con el diario El Mercurio de Valparaíso.

Si bien la legisladora destacó la revelación de los casos de violencia como el del diputado Ricardo Rincón o del ex candidato a concejal por Talca, Matías Huerta, insistió en que existe un doble estándar por parte de los partidos políticos que toleran casos de violencia y faltas a la probidad de parte de sus cartas.

“(…) Hay que mirar atrás y ver cuánto nos costó sacar la ley de violencia intrafamiliar. Yo pertenecía a un partido (Renovación Nacional) en que en su momento todos los senadores votaron en contra de esta ley y después nos costó mucho sacar la ley contra el femicidio”, recordó Pérez.

Para la senadora, no es sólo “denigrante para las mujeres como género, sino que es denigrante para la sociedad que haya partidos que toleren esto por los votos. Llevan gente cuestionada por el caso basura, o por boletas falsas, o gente que tiene denuncias por violencia intrafamiliar”.

“Esto es igual como cuando presenté un proyecto para que los representantes populares no puedan ser consumidores de droga y no hemos tenido éxito (…) Son estándares mínimos que los deben poner en práctica los partidos”, recalcó.

Al ver tanta renuencia, Pérez afirma no tener dudas de que “hay parlamentarios que son adictos, como tampoco tengo dudas de que hay parlamentarios que agreden a sus mujeres”.

Según Pérez, éste es un problema político, pues “hay casos que ya están en los cargos y ¿Qué hace el partido? Dice: ‘No hubo denuncia o no hay sentencia. El tribunal no investigó"”.

“Me tocó ver a un candidato a alcalde en Cabildo y yo no lo apoyé en elecciones pasadas por violencia y ahora Chile Vamos lo lleva igual. Debiera ser que una ley prohibiera postular a las personas con estas denuncias, pero no serviría de nada”, agregó la senadora.

De hecho indicó que hace poco “recibí una llamada de un ex miembro de la mesa de la DC y me cuenta que en un mandato anterior ellos habían bajado al diputado Rincón para que no fuera a la reelección. Eso da cuenta de un partido que sí sabía”.

“Con una ley nos va a pasar lo mismo que ha ocurrido con el proyecto que busca que los parlamentarios no sean adictos a las drogas. Y no es por meternos en su vida privada sino que porque dependen de un “dealer” y una persona que depende de un “dealer” es una persona vulnerable en su conciencia. Ese es mi punto con los parlamentarios adictos. No me importa lo que hagan en su vida privada, soy liberal, pero sí me importa que sean parlamentarios, que tomen decisiones y que tengan un dealer que los chantajee o los presione, o que reciban plata vinculada a la droga“, enfatizó.