Una polémica en torno a la discriminación racial se abrió en Canadá, después de que se difundiera un video donde una mujer pide que atiendan rápidamente a su hijo y que sea examinado por un “doctor blanco”.
“¿Me estás diciendo que mi hijo con dolor en el pecho tiene que sentarse a esperar hasta las 4 de la tarde? (…) ¿Puedo ver a un médico, que sea blanco, que no tenga dientes oscuros y que hable inglés, por favor?”, señala la mujer en el registro audiovisual.
Según publica Washington Post, la mujer (cuya identidad no ha sido difundida) acudió a una clínica en Mississauga, en la provincia canadiense de Ontario, exigiendo que su hijo fuese atendido por un médico blanco, que hablara inglés y no tuviese acento extranjero.
El hecho se registró el último domingo y captado por otro paciente, donde la mujer insistió de forma violenta en que su hijo fuese atendido por un especialista blanco.
“Debería matarme por ser blanca en este país. Mi hijo no es blanco, pero podemos hacer que quien lo vea al menos hable inglés”, expresó.
El personal de la clínica le indicó que no podían llamar de modo repentino a un “pediatra caucásico”, pero le aseguraron que su hijo sería visto por un especialista.
La policía de Ontario indicó que recibieron el domingo una llamada sobre una mujer realizando disturbios en una clínica, pero que tras verificar los datos se decidió no abrir una investigación al respecto.
“No se probó la comisión de delitos o la posibilidad de que se estuviera en proceso de cometer uno”, por lo que el caso fue cerrado, dijo Mark Fischer, alguacil de la policía a la televisión canadiense.
Por su parte, la clínica emitió un comunicado donde defendió la labor desarrollada por su equipo, recalcando que el niño fue atendido y que están “orgullosos” del trabajo que realiza su personal”.
La mujer ha sido contactada por varios medios locales, pero hasta el momento se ha negado a dar su versión de los hechos o argumentar el porqué solicitó que su hijo fuese atendido por un “doctor blanco”.
Igualmente, el caso ha causado revuelo en Canadá, donde la primera ministra de Ontario, Kathleen Wynne, afirmó que el “racismo” no tiene lugar en la provincia.
“Si no estamos sorprendidos, significa que este es un problema real. En ocasiones hacemos suposiciones sobre cuán lejos hemos llegado para ser una sociedad inclusiva, pero cuando ocurre algo así, tenemos que mirar atrás y preguntarnos qué está pasando”, concluyó la autoridad.