El Ejército de Israel aseguró este lunes que la liberación de los rehenes es “lo único” que frenaría la nueva escalada contra la Franja de Gaza, que está matando a más de cien palestinos cada día. No obstante, aseveró que la guerra no terminará hasta la desaparición de Hamás.
“Lo único que nos frenará será la liberación de los rehenes”, dijo en una videoconferencia el portavoz castrense Nadav Shoshani. Esto, refiriéndose a la expansión de la ofensiva israelí en Gaza iniciada el sábado con divisiones acorazadas y de infantería en el norte y sur del enclave palestino.
Shoshani dijo que si “en unos pocos días” se alcanzase un acuerdo de alto al fuego y liberación de rehenes, esto implicaría el fin de la escalada. Pero esto no supondría el fin de la ofensiva militar contra el territorio ocupado.
Israel apuntaría a “destruir en su totalidad” y “conquistar” Gaza
Aún se desconocen las implicaciones de esta nueva ofensiva. No obstante, los indicios apuntan a que los objetivos serían “destruir en su totalidad” la Franja y de “conquistar” territorio de forma permanente, según declaraciones de políticos y del propio primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Junto a esto, datos de diversas ONGs en las últimas horas han cifrado en medio millón de palestinos los desplazados de manera forzada en los últimos dos meses.
Sobre la inminente entrada de un mínimo de alimento y ayuda humanitaria en Gaza, anunciada este domingo por el Gobierno israelí tras cerca de tres meses de bloqueo, Shoshani confirmó que se prevé que algunos camiones entren hoy en el enclave palestino, aunque en “cantidades pequeñas”.
Esta jornada, el director general del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, Eden Bar Tal, dijo que desde hoy “Israel está facilitando la entrada de camiones con alimentos para bebés a Gaza”, consigna France 24.
De esta manera, se espera que en los próximos días Israel facilite la entrada de decenas de camiones de ayuda a la zona.
Consultado por los ataques del Ejército israelí contra el Hospital Europeo en Gaza el pasado 13 de mayo, el portavoz Shoshani insistió que el objetivo era Mohamed Sinwar, hermano menor del asesinado líder de Hamás Yahya Sinwar y posible sucesor.
Israel aún no ha confirmado de forma oficial su posible muerte. Sin embargo, tras aquellos ataques israelíes murieron al menos 28 personas y provocó el cierre del centro, el único que aún trataba a pacientes con cáncer en el enclave palestino.