Al menos 30 soldados del régimen sirio murieron el miércoles en un ataque yihadista contra el bus que los llevaba de regreso a sus casas para disfrutar de un permiso, informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), que atribuye el ataque al grupo Estado Islámico (EI).

Por su lado, la agencia de prensa oficial Sana se refirió a un “ataque terrorista” contra un bus que mató a “25 ciudadanos” y dejó 13 heridos.

“Es uno de los ataques más mortíferos tras la caída del califato del EI”, indicó el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.

El atentado se produjo en la provincia de Deir Ezzor, cerca de la localidad de Chula, en el este del país.

Los yihadistas tendieron “una emboscada” a los militares al hacer explotar varias bombas al lado de la carretera antes de dispararles, explicó el director del OSDH.

Otros dos autobuses del mismo convoy, que transportaban a soldados, lograron escaparse.

De momento, el Estado Islámico no reivindicó la autoría del ataque en sus canales de Telegram, pero Abdel Rahman, que dispone de numerosas fuentes en Siria, lo atribuye a los yihadistas.

Tras haber autoproclamado su califato en 2014 en partes del territorio sirio e iraquí, el EI sufrió una derrota tras otra antes de perder el control de la mayoría de sus territorios en Siria en marzo de 2019.

Pese a su derrota, grupos yihadistas continúan cometiendo atentados contra soldados del ejército sirio o de las milicias kurdas en la provincia central de Homs o en la de Deir Ezzor, fronteriza con Irak.