El presidente de Irak, Barham Saleh, denunció este miércoles un ataque de Irán contra bases militares iraquíes donde hay soldados estadounidenses y dijo estar preocupado por los “desarrollos peligrosos” en la región.

“Condenamos el bombardeo con misiles iraníes que golpeó instalaciones militares en territorio iraquí y repetimos nuestro rechazo a la violación reiterada de la soberanía estatal, y a que Irak se convierta en un campo de batalla para los bandos en guerra”, dijo su oficina en un comunicado.

Hasta el momento, el gobierno iraquí se había limitado a indicar que recibió “un mensaje oficial verbal” de Irán informándole de que era inminente un ataque con misiles a las fuerzas estadounidenses desplegadas en su territorio.

“Recibimos un mensaje verbal oficial de la República Islámica de Irán de que la respuesta iraní al asesinato de Qasem Soleimani había empezado o iba a empezar muy pronto, y que el ataque sería limitado al lugar donde están desplegadas las fuerzas de Estados Unidos en Irak sin precisiones sobre lugares”, anunció la oficina del primer ministro, el dimisionario Adel Abdel Mahdi.

“Al tiempo, recibimos una llamada de los estadounidenses mientras que los misiles impactaban en las secciones estadounidenses de las bases de Ain al Asad, en la provincia de Anbar (oeste) y de Harir, en Erbil (norte)”, agregaba el comunicado.

Hace cinco días, un dron estadounidense mató, por orden del presidente estadounidense, Donald Trump, al general iraní Qasem Soleimani cerca del aeropuerto de Bagdad, y también a Abu Mehdi al Muhandis, número dos de los paramilitares pro-Irán que forman parte del ejército iraquí.

“Inmediatamente, avisamos al comandante militar iraquí para que tomara las medidas necesarias”, añadía el texto. Siete horas después, el ejército iraquí anunció que no registró víctimas entre sus soldados. Abdel Mahdi, por su parte, “habló con [personalidades] del país y del extranjero para reiterar su rechazo a una guerra abierta”.

Once horas después de que los misiles iraquíes alcanzaran su territorio, Irak afirmó que “rechaza cualquier violación de su soberanía y agresión contra su suelo”.