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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Emmanuel Macron nombra a Sébastien Lecornu como nuevo primer ministro de Francia tras la dimisión de François Bayrou. Lecornu, actual ministro de Defensa, deberá consultar a fuerzas políticas parlamentarias para aprobar el presupuesto nacional y acordar decisiones esenciales.

Este martes el presidente de Francia, Emmanuel Macron, nombró al actual ministro de Defensa, Sébastien Lecornu, como nuevo primer ministro del país luego de la dimisión de François Bayrou.

Según informó el Eliseo, el mandatario galo le encomendó “la tarea de consultar a las fuerzas políticas representadas en el Parlamento con vistas a la aprobación de un presupuesto nacional y la construcción de los acuerdos esenciales para las decisiones que se tomen en los próximos meses”.

“La acción del Primer Ministro estará guiada por la defensa de nuestra independencia y de nuestra potencia, el servicio a los franceses y la estabilidad política e institucional para la unidad del país”, agregó.

“El Presidente de la República está convencido de que, sobre estas bases, es posible un entendimiento entre las fuerzas políticas en el respeto de las convicciones de cada uno”, detalló.

Una de sus prioridades será lograr acuerdos para impulsar, mediante una nueva mayoría, la aprobación de los presupuestos el próximo mes de octubre.

Se trata, precisamente, de una de las razones detrás de la caída de Bayrou, quien promovió importantes recortes del gasto para controlar un déficit que casi duplica el límite del 3% del PIB de la Unión Europea (UE).

Lecornu, de 39 años, será el quinto primer ministro de la actual legislatura que comenzó en 2022, así como también el tercero en poco más de un año.

Uno de los aspectos que jugó un rol clave en su designación fue su cercanía con Macron, desempeñando un papel preponderante durante la crisis de los “chalecos amarillos” surgida en Francia en 2018, en la que propuso medidas como incorporar a los alcaldes en reuniones públicas que organizaba Macron así como también habilitar un libro para que los ciudadanos expresaran su malestar.