A principios de los años 1970, el patriarca, que apoya firmemente la invasión rusa de Ucrania, vivía en Ginebra para representar oficialmente al patriarcado de Moscú ante el Consejo Ecuménico de las Iglesias (COE).

El patriarca ortodoxo ruso Kirill, un apoyo cercano del presidente Vladimir Putin, trabajó a cuenta de los servicios de inteligencia de su país (KGB) durante una estancia en Suiza en los años 1970.

Así lo informaron dos diarios suizos citando archivos desclasificados.

Según los rotativos Le Matin Dimanche y el Sonntagszeitung, la ficha de la policía del interesado, hoy jefe espiritual de la Iglesia ortodoxa rusa, “confirma que ‘monseñor Kirill’, como lo denomina este documento, pertenece al KGB”, el servicio de inteligencia exterior en la época de la Unión Soviética.

Los dos medios tuvieron acceso a la ficha en los archivos federales suizos.

La misión de Kirill, cuyo nombre en clave era “Mijailov”, también consistía en influir en ese consejo, infiltrado por el KGB en los años 1970 y 1980.

Patriarca ruso y líder de la Iglesia Ortodoxa en la KGB

El objetivo de los soviéticos era hacer que esa institución de Ginebra denunciase a Estados Unidos y sus aliados y moderase sus críticas contra la falta de libertad religiosa en la Unión Soviética.

Así lo indican los periódicos que subrayan que la Iglesia rusa “rechaza hacer comentarios sobre la actividad de espionaje de Kirill en Ginebra”.

Por su parte, el COE indicó a los diarios que no tenía “informaciones” sobre el tema.

Un sobrino del patriarca, Mijail Gundiaev, que sustituyó a Kirill como representante del Patriarcado de Moscú en Ginebra, declaró a Le Matin Dimanche que su tío “no era un agente, pese a que estuviera sometido al ‘estricto control’ del KGB”.

Esto “no afectó a la sinceridad de su compromiso en el trabajo ecuménico con otras iglesias”, subrayó Gundiaev.