Rusia y Ucrania realizaron una nueva operación de intercambio de soldados caídos en los combates. Mientras, Moscú aseguró que las tropas ucranianas se están retirando de Severodonetsk, el último bastión de Kiev en la región de Lugansk.

Rusia y Ucrania han llevado a cabo un intercambio de cadáveres de soldados caídos en la guerra en la línea del frente de Zaporiyia, tras llegar a un acuerdo.

El intercambio, del que Rusia no ha informado, se realizó el pasado 2 de junio, siguiendo la llamada fórmula de “160 por 160”.

Esto último, significa la entrega de 160 cadáveres de cada lado, según informó este sábado el Ministerio de Reintegración de los Territorios Temporalmente Ocupados.

Ucrania informó de más de 31 mil soldados rusos caídos

En la operación participaron, además de esa cartera, el Ministerio de Defensa, la Dirección Nacional de Inteligencia y otros organismos.

Por otra parte, las autoridades ucranianas informaron hoy de que 31.050 soldados rusos han muerto desde que empezó la invasión a Ucrania, el pasado 24 de febrero.

No obstante, esta cifra no ha sido contrastada por las autoridades rusas.

Rusia asegura que las tropas ucranianas se retiran de Severodonetsk

En paralelo, Rusia aseguró hoy que las tropas ucranianas se retiran de Severodonetsk, la última gran ciudad bajo control de Kiev en la región de Lugansk, tras haber sufrido “pérdidas críticas”.

“Las unidades de las Fuerzas Armadas de Ucrania, habiendo sufrido pérdidas críticas -hasta el 90% en algunas unidades- durante la batalla por Severodonetsk, se retiran a Lisichansk”, señaló el jefe del Centro de Control de Defensa Nacional de Rusia, Mijaíl Mizíntsev, en un comunicado.

Lisichansk es la ciudad vecina de Severodonetsk y estratégicamente mejor posicionada al encontrarse a una mayor altura.

Así lo aseguró en los últimos días el gobernador de Lugansk, Serhiy Gaidai.

Rusia acusa a Ucrania que instalar explosivos en planta química

El coronel general aseguró además que Kiev ordenó a las tropas ucranianas colocar explosivos en tanques de la planta química Azot con salitre y ácido nítrico, cuyo volumen supera las 100 toneladas.

Mizíntsev sostuvo que el plan de las autoridades ucranianas es hacer estallar estos tanques con productos químicos tóxicos para retrasar la ofensiva de las Fuerzas Armadas rusas, creando “una zona de contaminación química”.

Previamente, Gaidai afirmó que las fuerzas ucranianas habían retomado el 20 % de la ciudad de Severodonetsk, con lo cual las tropas rusas volvían a controlar aproximadamente la mitad de la urbe.