Fue usada para contrarrestar a Rusia: así es la remota base en Alaska en donde Trump recibirá a Putin

Este viernes el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibirá a su homólogo ruso, Vladimir Putin, en una remota base militar en Alaska para abordar una solución a la guerra en Ucrania.

Específicamente, el histórico encuentro tendrá lugar en la Base Conjunta Elmendorf-Richardson, recinto militar de EEUU emplazado a las afueras de la ciudad de Anchorage.

Se trata de una base conjunta formada por la Base Aérea Elmendorf de la Fuerza Aérea y Fort Richardson del Ejército, los que terminaron fusionándose en 2010.

Irónicamente, Elmendorf-Richardson desempeñó un papel estratégico clave en la vigilancia y disuasión contra la Unión Soviética durante el apogeo de la Guerra Fría.

Tal como detalla Associated Press, desde sus inicios la base no sólo albergó un amplio número de aeronaves sino que además fue dotado de radares para detectar la actividad militar soviética y cualquier posible lanzamiento nuclear.

Sus capacidades hicieron que en su momento fuera apodada como “La Cobertura Superior de América del Norte”. Es el “hogar” de escuadrones de aeronaves, incluyendo el avión de combate F-22 Raptor.

Se trata de un caza de quinta generación que cuenta con tecnología furtiva, es decir, está diseñado para ser indetectable por el radar enemigo. Además es supersónico ya que puede superar la velocidad del sonido, logrando los 2.400 km/h.

Cabe señalar que los aviones de la base además interceptan regularmente aeronaves rusas que vuelan hacia el espacio aéreo de EEUU.

La Base Conjunta Elmendorf-Richardson es la única del país que cumple con los requisitos de seguridad que requieren este tipo de encuentros de alta diplomacia. Alberga cerca de 32.000 soldados, de los cuales 5.500 residen permanentemente.

Sus más de 34 hectáreas de terreno la convierten en “la principal plataforma estratégica de proyección de poder de Estados Unidos”, afirman en su página web oficial.

Aunque este será el primer viaje de Trump a Alaska desde que comenzó su segundo mandato, realizó varias visitas a Elmendorf-Richardson durante su primer mandato.

Alaska, un lugar simbólico para Rusia

El simbolismo que tiene Alaska como lugar de encuentro entre Trump y Putin tiene además otra arista, considerando que este territorio formó parte de Rusia hasta 1867, año en que fue vendida por el entonces zar Alejandro II a EEUU en 7,2 millones de dólares de la época.

En una ceremonia en Sitka, la capital de Alaska en ese entonces, las banderas del Imperio ruso y Estados Unidos fueron izadas y bajadas para simbolizar la transferencia de soberanía. A esta fecha se le conmemora como Alaska Day (el Día de Alaska).

Es en ese contexto que medios internacionales como Sky News indican que hay quienes han criticado la decisión de Trump de conversar con Putin en Alaska, ya que podría dar pie para que el líder del Kremlin insista en la idea de que los territorios pueden cambiar de dueño, justificando así la anexión de regiones ucranianas.

“Es fácil imaginar a Putin argumentando durante sus reuniones con Trump: ‘Bueno, mire, los territorios pueden cambiar de manos"”, dijo al citado medio Nigel Gould-Davies, exembajador británico en Bielorrusia.

“Les dimos Alaska. ¿Por qué Ucrania no puede darnos una parte de su territorio?”, agregó, aludiendo a los posibles argumentos de Putin durante el encuentro.

No obstante, este miércoles Trump aseguró a los líderes europeos que sólo su homólogo ucraniano Volodimir Zelenski podría negociar eventuales cesiones territoriales de su país a Rusia.

Así lo afirmó el mandatario francés Emmanuel Macron después de participar vía telemática en la reunión con Trump, remarcando que precisamente esa es la posición de los aliados de Kiev.

“Los territorios pertenecientes a Ucrania solo serán negociados por el presidente ucraniano”, dijo Macron, según detalla Reuters.