La policía de Bellevue, Seattle, recibió el llamado de emergencia ayer por la mañana. Una mujer aseguraba que su expareja de 23 años ingresó a su vivienda para matarla.

Dejó la línea abierta mientras, en voz baja, les relataba los hechos. La policía iba en camino pero el hombre derribó la puerta del baño donde ella se encontraba tomando una ducha. Quería raptarla y posteriormente asesinarla.

De película de terror, hasta ese momento. Faltaba un ingrediente más para volverla todo un drama de la vida real.

Ella pudo escapar hacia una zona vecina mientras llegaban las autoridades. Al sujeto no le quedó más que huir a toda velocidad.

Fue entonces que se desató una prolongada persecución policial por varias ciudades. Inició en la I-405, luego salió en The Landing, atravesó el centro de Renton y cruzó la colina hacia Seattle.

Todo podría haber sido relato puro de testigos pero la televisora Kiro7News elevó su helicóptero para captar por cerca de 40 minutos cada incidencia de esta que, por hoy, puede calificarse como la persecución del año.

El Jeep de color negro era conducido a unos 130 kilómetros por hora, según información policial. Estuvo a punto de chocar con otros autos y llevaba una puerta trasera abierta todo el tiempo.

Cuando el hombre se vio acorralado, desde el helicóptero fue transmitido en vivo el momento en que bajó de su auto y forzó a otro conductor para poder entrar a su vehículo.

Segundos después, cuando la unidad aérea de prensa había descendido lo suficiente, se observa la llegada de un grupo de policías. Uno por uno, y apuntando con su arma, los emplazan a bajarse. El auto avanza lentamente pero se detiene.

Sacan del auto al hechor y caen como una marea sobre éste, sometiéndolo en el piso. El conductor y dueño del vehículo, al parecer, fue confundido por otros uniformados. El resto, en tanto, hacían su trabajo y en la escena puede verse a un perro listo para actuar ante otro intento de escape.