El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) anunció este lunes sus intenciones de formar gobierno en solitario, sin incluir a otras colectividades, pese a no tener los votos necesarios para ese propósito en el Congreso.

Aunque logró una cómoda victoria en las elecciones generales del domingo, el PSOE obtuvo 122 diputados y quedó a una distancia importante de los 176 que se requiere para la mayoría que permite nombrar a Pedro Sánchez como presidente de gobierno, por lo cual deberá pedir la ayuda a otros partidos.

“¡Con Rivera no, con Rivera no!”
- Grito de cientos de militantes del PSOE tras la victoria

La vicepresidenta del actual gobierno y militante del PSOE, Carmen Calvo, declaró a la cadena Ser que buscarían formar gobierno en solitario, sin incluir a miembros de otros partidos, a los cuales sólo les pedirían votos en el Congreso.

“Pensamos que tenemos un respaldo más que suficiente para ser el timón de este barco. Sabemos perfectamente que Unidas Podemos nos ha ayudado mucho y nos refuerza en sentido progresista. Pero pensamos que podemos seguir avanzando en esta fórmula que hemos iniciado. Es una fórmula con la que hemos sacado las convalidaciones de nuestras normas con todos los grupos de la Cámara”, declaró Calvo.

Otras alternativas

Respecto a una coalición, la primera opción sería abrir su gobierno a la izquierda radical de Podemos, que le ha garantizado su apoyo. La formación ha salido debilitada de las legislativas (42 escaños, frente a 67 en la anterior legislatura), y no podrá dictarle sus condiciones.

Con el apoyo de varios partidos regionales, Sánchez rozaría la mayoría absoluta. Y le bastaría con la abstención de un solo diputado catalán para ser entronizado en una segunda votación de investidura en el Parlamento, donde es suficiente con tener más síes que noes.

Igualmente, una tercera opción sería ampliar su coalición con Podemos a los separatistas catalanes de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), sumando una mayoría de 180 escaños.

Pedro Sánchez (Twitter)
Pedro Sánchez (Twitter)

En los últimos meses, Esquerra se ha mostrado más moderada que el partido del expresidente regional Carles Puigdemont, Junts per Catalunya. Pero no deja de ser un aliado incómodo, con su planteamiento de negociar un futuro referendo de autodeterminación en Cataluña, condición inaceptable para Sánchez.

Abroncado por la derecha

La derecha mientras tanto lo acusa de estar listo para pactar con los separatistas en detrimento de la unidad de España.

En teoría, Pedro Sánchez podría también aliarse con Ciudadanos, con el que sumaría mayoría absoluta, 180 escaños.

Pero su líder, Albert Rivera, ha desplegado en el último año una campaña muy virulenta contra el socialista, y está tratando ya de posicionarse como el líder del centro-derecha, tras la debacle del PP.

Por lo demás, la posibilidad de aliarse con Ciudadanos parece levantar resistencias entre la militancia socialista, como quedó en evidencia la noche del domingo, cuando cientos de ellos le gritaron a Sánchez “¡Con Rivera no, con Rivera no!”.

Este mismo lunes, la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, aminoró aún más la posibilidad de un acuerdo con Sánchez.

“Tenemos al frente de Moncloa [la oficina del presidente del gobierno] un peligro público, una persona capaz de hacer cualquier cosa”, dijo la flamante diputada, y prometió que “vamos a ser los líderes de la oposición”.