La aeronave viajaba desde Kuala Lumpur a Beijing con 239 personas a bordo. Se encontraron una veintena de piezas que podrían ser del vehículo, pero las incógnitas siguen ante la falta de evidencias o la caja negra.

“Los últimos diez años han sido una montaña rusa emocional sin parar para mí”, expresó Grace Natahan, hija de Anne Daisy (56), una de las 239 personas desaparecidas del vuelo MH370 de Malaysia Airlines.

El avión despegó el 8 de marzo de 2014 del aeropuerto de Kuala Lumpur (Malasia) con destino a Beijing (China), en un viaje que se suponía que debía durar alrededor de seis horas.

Sin embargo, a diez años del hecho, aún no se sabe cuál fue su destino, en el mayor misterio de la historia de la aviación moderna.

El avión partió de la capital de Malasia el 8 de marzo de 2014 a las 00:41 y su aterrizaje en Beijing estaba previsto para las 6:30 del mismo día, según la reconstrucción de los hechos realizada por las autoridades.

Alrededor de media hora después, uno de los sistemas de comunicación de la aeronave envió lo que sería su última transmisión.

A partir de la 1:21 se desencadenó una serie de hechos imprevistos y que aún no tienen explicación debido a que nunca se encontró la nave.

En ese sentido, el transponedor dejó de comunicar, el avión desapareció del radar militar tailandés que lo estaba rastreando y el vuelo pareció cambiar de ruta.

Tras esto un radar civil perdió contacto con el vehículo, a lo que se sumó que no se concretó una comunicación prevista ni se envió ningún mensaje de auxilio.

Para las 2:40, el Boeing 777 perdió el contacto por radar con el Centro de Control de Tránsito Aéreo de Subang (Malasia).

En ese momento, el vuelo acababa de adentrarse en el espacio aéreo de Vietnam y debería haber aparecido en los radares de ese país. Sin embargo, las autoridades vietnamitas negaron haber establecido contacto con el vuelo MH370.

Malaysia Airlines emite la primera alerta

A las 3:45, tres horas después de que el avión hubiera despegado, Malaysia Airlines emitió una alerta de “código rojo” por la desaparición de la aeronave de los radares, que implicaba un nivel de crisis que exigía un despliegue inmediato de los planes de emergencia.

Cuando se perdió contacto por radar, la nave contaba con combustible suficiente para 7 horas y media de vuelo. Al respecto, durante siete horas un satélite recibió la denominada señal “ping”, probablemente todo el tiempo que todavía quedaba comburente.

Sumado a esto, el mismo día de la desaparición, aviones vietnamitas que buscaban el Boeing 777 localizaron rastros de carburante a lo largo de varios kilómetros en el Mar de China Meridional, en lo que serían los primeros rastros posibles de la aeronave.

“Dos de nuestros aviones detectaron dos regueros de carburante a lo largo de unos 15 a 20 kilómetros en paralelo y a unos 500 metros el uno del otro”, declaró en la televisión pública el entonces general Vo Van Tuan.

Según el gobierno vietnamita, el avión perdió el contacto cerca del espacio aéreo de la provincia de Ca Mau, en el extremo sur del país.

El aparato debería haber contactado con la torre de control de Ciudad Ho Chi Minh, pero nunca lo hizo. En ese sentido, la aerolínea sostuvo que la aeronave no había alertado de ningún problema antes de perder su rastro.

De esa manera, se presume que el avión estuvo volando varias horas hasta que se quedó sin combustible y cayó en algún lugar del océano Índico, al oeste de Australia.

Búsquedas e investigación por el del vuelo MH370

Una semana después de la desaparición, el entonces primer ministro malayo, Najib Razak, explicó que, basándose en datos satelitales, el transpondedor y el sistema de comunicaciones codificadas fueron deshabilitados de manera intencional.

A su vez, la información aportada por el radar concordaba con la acción deliberada de una persona que tomó el control del avión, lo que rápidamente se ligó a un posible acto terrorista.

Después de varias semanas de búsqueda en las aguas del golfo de Tailandia y sus alrededores.

Allí las autoridades pensaban que podría haber caído el avión, nuevas pistas indicaron que la aeronave había volado con dirección al sur adentrándose en el Océano Índico, muy lejos de tierra firme e incluso con poco combustible.

En ese sentido, la última señal fue recibida al oeste de la ciudad australiana de Perth, según el Gobierno de Malasia. Sin embargo, no se encontró ningún resto del Boeing 777 en esa zona.

Durante años, Australia lideró una búsqueda en el sur del Índico de la cual también participaron China y Malasia, en las profundidades de una zona de 120.000 kilómetros cuadrados, equivalentes a la superficie de Nicaragua.

La región a buscar, denominada “séptimo arco”, fue determinada tras analizar vía satélite la posible trayectoria de la aeronave después de que se desviara de su ruta teórica.

Se trató de una de las mayores y más caras búsquedas de este tipo en toda la historia, durando dos años y teniendo un costo de US$135 millones. No obstante, fue suspendida en enero de 2017, habiendo encontrado apenas rastros del avión y algunos escombros.

En esa línea, en julio de 2015 se hallaron los primeros restos del vehículo en la costa de la Isla Reunión, al este de Madagascar.

Seis meses después, aparecieron más escombros de la aeronave en las costas de Mozambique.

Los análisis realizados por expertos australianos indicaron además que el lugar del hallazgo era “compatible con los modelos de las corrientes oceánicas”.

Desapareció con 239 pasajeros: Diez años del vuelo MH370, el mayor misterio de la aviación moderna
Agencia EFE

Presión de las familias por una respuesta

Presionado por familias de desaparecidos, el anterior gobierno malasio llegó a un acuerdo con Ocean Infinity, una empresa privada especializada en la búsqueda submarina y que encontró el submarino ARA San Juan en 2018, para realizar una nueva búsqueda.

El acuerdo preveía que la compañía sólo cobraría en caso de que hallara el avión o sus cajas negras.

De esa manera, en 2018 Ocean Infinity se concentró en otra zona de unos 25.000 kilómetros cuadrados, situada algo más al norte que la primera.

Su barco, el “Seabed Constructor”, con pabellón noruego, estaba equipado con ocho drones provistos de sonares y cámaras que pueden sumergirse a hasta 6.000 metros de profundidad. Sin embargo, tampoco obtuvo resultados positivos y el 29 de marzo de ese mismo año finalizó el operativo.

Hasta el momento, se encontraron una veintena de piezas que podrían ser del vuelo MH370 en distintas islas del Océano Índico.

Sumado a esto, en noviembre de 2022, las autoridades encontraron en la casa de un pescador de Madagascar una de las supuestas compuertas del tren de aterrizaje, hallazgo que refuerza la teoría que el avión impactó contra el mar de forma rápida e intencional.

No obstante, no ayudan a resolver el misterio ya que falta la clave para comprender qué paso: las cajas negras de la aeronave.

En ese sentido, Malasia presentó en 2018 un informe de investigación sobre la inexplicada desaparición. El equipo de investigadores es “incapaz de determinar la verdadera causa de la desaparición del MH370”, concluye dicho texto de 400 páginas.

Por ese motivo,​ familiares de las víctimas denunciaron que no aportó ninguna información nueva sobre el caso, además de criticar que era demasiado técnico.

Fallas aéreas, además del vuelo MH370

A pesar de no brindar respuestas, el documento subrayó numerosas fallas de los controladores aéreos en Malasia y en Vietnam, en particular en la activación del protocolo de “fases de emergencia” luego de la desaparición del Boeing 777 de los radares.

Al respecto, señaló que el control aéreo no respetó los procedimiento operacionales habituales.

En respuesta, el entonces director general de la aviación civil malasia, Azharuddin Abdul Rahman, renunció a su cargo tras finalizar la investigación: “Por consecuente, es con pesar y luego de reflexión que decido dimitir”.

En diez años, solo se encontraron tres fragmentos confirmados del MH370, todos ellos en las costas del océano Índico occidental, y hubo gran cantidad de teorías sobre por qué el avión desapareció.

Las especulaciones se centran en torno a un fallo mecánico o estructural que habría ocasionado un accidente, a una toma de rehenes, un acto terrorista o incluso un suicidio del piloto o copiloto, pero ninguna evidencia hasta el momento apuntala a una u otra hipótesis.

Ante la falta de pruebas, el misterio también alimentó múltiples teorías conspirativas, como que fueron abducidos por alienígenas o que ingresaron a un agujero negro.

El dolor de los que quedaron atrás y la promesa de Malasia

Según la información de la compañía aérea, en el vuelo MH370 iban 227 pasajeros y 12 tripulantes. Entre ellos, se encontraban 12 niños pequeños, siendo que el más chico tenía apenas 12 años.

Por el contrario, el viajero más grande rondaba los 76 años. En cuanto a nacionalidades, había al menos 153 chinos, 38 malasios, 7 indonesios, 6 australianos, 4 estadounidenses y tres franceses.

Unas semanas después de la desaparición, las autoridades malasias determinaron que todos los pasajeros fallecieron.

“Lamentamos profundamente tener que asumir más allá de cualquier duda razonable, que el MH370 está perdido y ninguna de las personas a bordo sobrevivieron”, indicó el entonces primer ministro de Malasia, Najib Razak.

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Familiar de una de las víctimas desaparecidas del vuelo MH370 | Agencia EFE

Dicha afirmación fue confirmada nuevamente el 29 de enero de 2015, cuando Malasia declaró oficialmente que la desaparición del avión del vuelo MH370 fue un “accidente” y que las 239 personas que se hallaban a bordo están presuntamente muertas, lo cual permitía indemnizar a sus familiares.

“Apesadumbrados y con gran tristeza, declaramos oficialmente en nombre del gobierno de Malasia que el vuelo MH370 de Malaysia Airlines sufrió un accidente. Todos los pasajeros y miembros de la tripulación a bordo del MH370 presuntamente perdieron la vida”, precisó el número uno de la aviación civil en ese momento, Azharuddin Abdul Rahman.