La alta comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas llamó a la inmediata liberación de la dirigente birmana. Amnistía Internacional acusa a los golpistas de querer “asfixiar” las libertades civiles.

La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la expresidenta Michelle Bachelet, denunció este lunes la sentencia de cuatro años de prisión que el régimen militar birmano impuso a la dirigente Aung San Suu Kyi. Los golpistas responsabilizaron a la ex Consejera de Estado de incitar a la disidencia contra los militares y romper las reglas sanitarias contra el coronavirus.

Para Bachelet, que exigió la inmediata liberación de la política de 76 años, se trató de “un juicio amañado con un procedimiento secreto ante un tribunal controlado por militares” y motivado políticamente. La alta comisionada resaltó que esta decisión, además de privar de libertad a la Nobel de la Paz, “cierra una puerta al diálogo político” y “solo profundizará el rechazo al golpe”, que tuvo lugar el 1 de febrero bajo el argumento de un supuesto fraude electoral.

Bachelet aseguró que los militares “intentan instrumentalizar las cortes para remover toda la oposición política”. Contra Suu Kyi, señaló la alta comisionado, aún pesan cargos por corrupción y fraude electoral, y recordó que desde el golpe más de 10.000 opositores han sido detenidos, y al menos 175 han muerto en custodia, “la mayoría debido a falta de atención médica o tortura”.

Asfixiar las libertades

Amnistía Internacional, en tanto, aseguró que la junta militar lo que busca es “asfixiar las libertades” del pueblo birmano. “Las severas sentencias infligidas a Aung San Suu Kyi por estas falsas acusaciones son el último ejemplo hasta ahora de la determinación del ejército para eliminar y asfixiar las libertades en Birmania”, afirmó la ONG en un comunicado.

Por su parte, el gobierno británico calificó la condena de “intento atroz de reprimir a la oposición y suprimir la libertad y la democracia”. La ministra de Exteriores, Liz Truss, llamó al régimen a liberar “a los presos políticos, entablar un diálogo y permitir el retorno a la democracia”.

La Unión Europea también condenó la sentencia contra Suu Kyi, que para Bruselas estuvo “motivada políticamente”. “La Unión Europea reitera su urgente llamado a la liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos, así como de quienes han sido detenidos de forma arbitraria desde el golpe”, dijo el encargado de Exteriores de la Unión, Josep Borrell.