"Es una referencia moral. Les agradezco este regalo, este presente institucional que me dan, es muy significativo. Ahí está su sede nacional, ahí están sus distintas funciones. Es muy significativo y representativo. Lo recibo con mucho amor", dijo Nicolás Maduro.

Nicolás Maduro recibió esta semana una maqueta del Helicoide, sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) y cárcel destinada a presos políticos opositores de Venezuela.

Según miles de testimonios, se trata además de un centro de tortura en el que se maltratan a todos los opositores al régimen.

Diferentes medio de comunicación internacionales han confirmado que en su interior se han cometido graves violaciones de los derechos humanos. Todo esto además, respaldado por la Organización de Naciones Unidas (ONU).

El País detalló que la entrega del regalo se retransmitió por televisión durante un acto de promoción de agentes de la Policía Nacional Bolivariana.

Al agradecer el gesto de un grupo de uniformados, Maduro comentó sobre la centro de detención: “Es una referencia moral. Les agradezco este regalo, este presente institucional que me dan, es muy significativo. Ahí está su sede nacional, ahí están sus distintas funciones. Lo recibo con mucho amor”.

En el Helicoide hay recluidos unos 290 presos políticos acusados de rebelión y traición a la patria.

Las atrocidades del gobierno de Maduro en la cárcel Helicoide de Venezuela

En la primera década del siglo XX, el Helicoide juntaba un puñado de presos políticos en celdas interconectadas de dos metros de ancho por dos de largo.

Según lo dan a conocer medios opositores, algunos de ellos siguen en esas mazmorras.

El más conocido fue Iván Simonovis, a quien el Gobierno responsabilizó por el intento de golpe del 11 de abril de 2002 y que pasó 15 años detenido. Los pasillos circulares de la cárcel son largos y lóbregos.

La sala de visitas es opaca y hermética. Los familiares de los presos con frecuencia sufren abusos.

Las chabolas en las colinas de San Agustín son casi el único recurso visual de reclusos y visitantes, dijo El País.

El deterioro social y económico, junto al agravamiento de la crisis política y la dura represión que ha ejercido el chavismo, abarrotaron dramáticamente al Helicoide de presos.

Es entonces cuando nace su leyenda negra. A partir de 2014, sus espacios se hacinaron terriblemente.

Se acumularon hasta 12 presos en celdas, proliferaron las ratas y las cucarachas, no había letrinas ni servicio de agua. Proliferaron los maltratos.

Informe de la ONU respecto de la cárcel chavista

Las duras condiciones de prisión del Helicoide fueron recogidas y detalladas por el Informe de Verificación de Hechos de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas.

Recordemos que todo lo anterior estuvo dirigido por Michelle Bachelet, y también por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

La mayoría de los presos del Helicoide han sido activistas políticos y civiles de la disidencia, dirigentes de partidos como Freddy Guevara, Juan Requessens, Jon Goicoechea o Manuel Rosales.

Pero también ingresaron a sus calabozos conocidos narcotraficantes, como Walid Makled; comerciantes judicializados por el Gobierno; banqueros acusados de estafa, asesinos a sueldo con cuentas pendientes con el chavismo, policías y militares disidentes.

El número de presos llegó a 900, y comenzó a descender progresivamente hacia 2020, en medio de una flexibilización adelantada por el régimen chavista en el marco de las negociaciones políticas.