Un hombre atacó a disparos un periódico en Brasil, luego que el medio recibiera amenazas de grupos de ultraderecha.
La sede del periódico ‘Rondonia o Vivo’ en Porto Velho, capital de estado brasileño de Rondonia, fue atacada a tiros este sábado, un hecho que al parecer está relacionado con grupos de ultraderecha de la región que no aceptan la derrota de Jair Bolsonaro en las elecciones presidenciales.
En un comunicado publicado en su página web, el medio de comunicación señaló que recibió amenazas por denunciar como antidemocráticas manifestaciones de un grupo bolsonarista por los resultados de la primera y segunda vuelta de los comicios, realizadas el 2 y el 30 de octubre.
El ataque ocurrió en la madrugada de este sábado y ningún empleado resultó herido, aunque la puerta principal, de vidrio, y ventanas resultaron destruidas por los tiros.
Imágenes grabadas por las cámaras de vigilancia registraron el momento en que un hombre vestido de negro y con capucha se acerca a la sede, mira para ambos lados de la calle y dispara sin freno en varias oportunidades para después abandonar el lugar.
De acuerdo con el comunicado de ‘Rondonia o Vivo’ fueron recogidos 20 casquillos de una pistola calibre 9 milímetros en los alrededores de la sede.
Las presidenciales de Brasil, fueron las elecciones más polarizadas en la historia del país, en las que el líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva resultó elegido por un estrecho margen.
En la segunda vuelta de los comicios, Lula obtuvo el 50,9% de los votos frente al 49,1% de Bolsonaro, un resultado que varios grupos de ultraderecha se niegan a aceptar.
Trece días después de las elecciones, Bolsonaro todavía no ha terminado de reconocer claramente su derrota, aunque el Gobierno ya lleva adelante, desde la semana pasada, el proceso de transición con el equipo designado por Lula para ese fin.
Aún así, desde el día después de las elecciones, numerosos grupos de ultraderecha insisten, sin prueba alguna, en que la victoria de Lula fue producto de un fraude y siguen acampados a las puertas de cuarteles del Ejército, en varias regiones del país, exigiendo un “golpe militar” que impida la investidura del líder progresista, prevista para el 1 de enero.