A partir de este martes, los comercios y particulares de El Salvador estarán obligados legalmente a aceptar el bitcoin junto al dólar como moneda de curso legal, para consternación de parte de la población, que teme sufrir la inestabilidad de la criptodivisa.

La economista Nathalie Janson, especialista en la materia en la Neoma Business School, respondió dudas al respecto.

¿Conseguirá el gobierno salvadoreño ampliar el uso del bitcoin?

Nathalie Janson: Ésa es la gran pregunta. El bitcoin (BTC) no suele utilizarse como medio de pago, a pesar de que sus diseñadores lo concibieron originalmente como una criptomoneda.

Lo que tenemos aquí es un experimento a gran escala en el que un país adoptará el bitcoin como moneda de curso legal.

Simplemente significa que, si un residente de ese país quiere pagar a un comerciante con bitcoin, está técnicamente autorizado a hacerlo.

La distinción entre moneda de curso legal y moneda es que existe una obligación por parte de la persona que va a recibir el pago en bitcoin de aceptarlo.

Ahora, dada la situación, y la familiaridad de los salvadoreños con el bitcoin, parece que la criptodivisa no será muy utilizada.

Un estudio muestra que una pequeña proporción de la población está familiarizada con la criptodivisa. La mayoría de la gente no sabe qué es ni cómo funciona. Y una gran mayoría simplemente rechaza el proyecto.

¿Qué les preocupa?

Nathalie Janson: Para las personas que han oído hablar de él, lo que les preocupa es el hecho de que el bitcoin es volátil.

Hay que recordar que El Salvador es un país “dolarizado” desde hace varias décadas. Una parte de la población no ve qué diferencia supondrá para ellos tener el bitcoin como opción.

Lo bueno es que, para la gran mayoría, no cambiará mucho a partir de este martes. Seguirán recibiendo dólares si les apetece.

Lo que sí puede cambiar es que el gobierno quiera pagar en bitcoin, ya que ha sido adoptado como moneda de curso legal. Es lo que ha provocado algunas protestas: la gente teme que sus pensiones se paguen en bitcoin en el futuro. Todavía no está en la agenda.

¿Cómo puede Nayib Bukele convencer a los salvadoreños de que adopten el bitcoin?

Nathalie Janson: Para animarlos a hacerlo, ha decidido regalar el equivalente a 30 dólares en bitcoin a quien abra un wallet. Pero por el momento, parece dominar el escepticismo.

Si hay usuarios, será interesante ver cómo se facilitará en la práctica esta transición de dólares a bitcoin, minimizando los costes para los usuarios. Ésa es realmente la clave de la utilización de una moneda: tiene que ser sencilla y sin costes, o de muy bajo coste.

De hecho, es el argumento del presidente salvadoreño cuando habla del peso de las comisiones pagadas en las transferencias de los migrantes.

Técnicamente, el bitcoin puede reducir considerablemente los costes de las transacciones en comparación con el sistema bancario. Esto es cierto sobre el papel, pero en la práctica, cuando hay muchas transacciones en bitcoin, también pueden producirse embotellamientos que provocan mayores costes de transacción.

Bukele y el bitcoin

Bukele anunció el lunes una primera compra de 400 bitcoins a la que este martes ha sumado otros 150.

“Hemos ahorrado un millón en papel impreso”, ha destacado en su cuenta de Twitter, donde se ha mostrado especialmente activo para informar de sus planes para incorporar la criptomoneda a la vida cotidiana de la ciudadanía salvadoreña.

El mandatario se ha visto obligado a pedir “un poquito de paciencia” a la población, después de que el monedero oficial impulsado por el Gobierno, Chivo, quedase inutilizado temporalmente para aumentar a capacidad de los servidores.

“Es un problema relativamente sencillo, pero no se puede arreglar con el sistema conectado”, explicó.

Precisamente para fomentar el uso de la criptomoneda entre los salvadoreños, la Administración ofrece 30 dólares en bitcoin a cualquier ciudadano que se abra una cuenta en la citada plataforma.

Bukele ha abogado por ir “despacio y con buena letra” y ha recordado lo que ya dijo el lunes en otro mensaje en el que reconoció que habría “una curva de aprendizaje”.

“Todo camino hacia el futuro es así y no se logrará todo en un día, ni en un mes. Pero debemos romper los paradigmas del pasado”, proclamó.