Eufóricos tras la victoria del ultraderechista Jair Bolsonaro, sus electores aseguraban este lunes que con la llegada al poder del ahora presidente electo se producirán grandes cambios en un Brasil golpeado por la corrupción, la violencia y la recesión económica.

El “55% de los electores cree eso: que es un momento histórico, que todo va a cambiar, que todo va a ser una belleza… ojalá”, afirmó Joelson Alves Soares, un jubilado de 72 años que vive en Río de Janeiro.

En esa ciudad es donde Bolsonaro ha desarrollado toda su carrera política, primero como concejal y después como diputado, representando al estado de Rio durante los últimos 28 años en Brasilia.

En Río, justamente, obtuvo uno de los resultados más abultados en la segunda vuelta del domingo, al llevarse un 67% de los votos.

“Después de estas elecciones, la gente tiene que cambiar. Puede ser que ahora con esta renovación mejore nuestro país”, dijo Jocemil Clacino, un comerciante de 66 años.

Muchos electores decidieron apoyar a Bolsonaro en gran parte por el rechazo hacia su competidor en la segunda vuelta, Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), que gobernó el país de 2003 a 2016 y cuyo líder, el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, se encuentra en prisión por corrupción y lavado de dinero.

Entre ellos está Victor Hugo Salgueiro, un biomédico de 27 años que votó por el ultraderechista porque consideró que ya eran suficientes los 13 años del PT en el poder.

Aunque millones de brasileños salieron de la miseria durante el gobierno del la izquierda, principalmente durante el gobierno de Lula (2003-2010), una parte de la población relaciona al PT con los grandes escándalos de corrupción que afectaron al país.

“Discurso un poco peligroso”

Por su lado, los electores de izquierda no ocultan su profunda aversión hacia Bolsonaro, nostálgico de la dictadura militar (1964-85) y quien suma numerosos comentarios racistas, homófobos y misóginos.

En un Brasil muy polarizado, la campaña fue particularmente tensa y nociva.

“Estas elecciones mostraron de verdad lo peor del ser humano, mostraron el alma del ser humano, se dijo todo lo que se temía decir”,
deploró Adriana Calvi, de 55 años y votante de Haddad.

“Siento mucha pena, pero vamos a salir adelante”, dijo.

En la noche del domingo, tras conocerse los resultados, Haddad demandó que “sus 45 millones de electores sean respetados”, y recordó que están en juego los derechos civiles y políticos.

En principio, el izquierdista se abstuvo de felicitar al ganador, pero este lunes optó por desearle “éxito” y “suerte”, a través de un mensaje en Twitter.

“La parte ganadora siempre ha tenido un discurso un poco peligroso, pero esperamos que eso haya sido solo retórica y que en la práctica nuestras instituciones sean suficientemente fuertes (…) y la sociedad también”, matizó el economista André Gomes, que también votó por el PT.

“En el fondo, no creo que haya una amenaza a la democracia. Por lo menos, quiero creerlo así”, agregó.

En su discurso de victoria, Bolsonaro prometió el domingo ser “un defensor de la Constitución, de la democracia y la libertad”.