El principal asesor económico del candidato brasileño de ultraderecha Jair Bolsonaro y quien sería su ministro de Hacienda, Paulo Guedes, está siendo investigado por participar en un presunto fraude de fondos públicos de pensiones.

La Fiscalía brasileña investiga la inversión de más de 1.000 millones de reales (266 millones de dólares aproximadamente) en instrumentos de inversión de Guedes y en una empresa en la cual este economista era el accionista controlador en 2009, consignó el diario Folha de Sao Paulo.

Estos dineros también habrían sido usados para pagar discursos que habría dado Guedes ante supuestas audiencias.

El supuesto fraude afectó a siete fondos públicos de pensiones, destacando los de la compañía petrolera con participación estatal Petroleo Brasileiro SA, Banco do Brasil, la Caixa Economica Federal y el servicio de correo.

La investigación de la Fiscalía no hace ninguna mención a Bolsonaro, quien recién conoció a Guedes en 2017.

Guedes es señalada como un posible ‘superministro’, que debería unir bajo su mando las actuales carteras de Hacienda, Industria y Comercio, Planificación y la secretaría encargada de Asociaciones e Inversiones del Estado.

De semblante serio y expresión lindante con la preocupación, gafas y cabellos canos, Guedes es el hombre al que Bolsonaro -en caso de ser electo- espera encomendarle la titánica tarea de sacar a Brasil -un mercado de 208 millones de personas- de dos años de recesión y otros dos de bajo crecimiento.

Sus desafíos: reducir el déficit fiscal y revertir la imparable trayectoria de ascenso de la deuda pública, que pasó del 58% del PIB en 2013 a 77,3% en la actualidad, y que sin reformas podría llegar a 140% en 2030, según el Banco Mundial.

Guedes trae una receta de su manual de Chicago bajo el brazo: “Reducir la deuda pública en un 20% mediante privatizaciones, concesiones” y la venta de propiedades estatales, según indica el programa de Bolsonaro.

Un proyecto delicado, en un país donde los servicios públicos prestados por el Estado son parte de la cultura y la tradición. Empresas emblemáticas como Petrobras, la compañía eléctrica o el correo, son públicas, y el respaldo financiero estatal es un salvavidas permanente que jamás tendría una empresa en el ámbito privado.

Guedes también es partidario de una transición del actual sistema de jubilaciones hacia un régimen de capitalización o cotizaciones individuales. Un modelo similar al de Chile, donde el asesor de Bolsonaro se desempeñó como profesor universitario en los años 80, durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1989).